Por Griselda Yúdice – Naranjahai
Socialista. Feminista. Comunicadora. Presidenta del PMAS
En las últimas semanas pululan denuncias de casos de corrupción y prepotencia, evidenciando que la claque privilegiada de siempre en plena crisis sigue con lo suyo; que no es otra que la asociación público-privada para delinquir. No esperaba nada de ellos, pero cabe reconocer que siempre logran decepcionar un poco más cada día.
Llevamos tres meses del modo Covid de vida, lo que no es otra cosa, hasta ahora, que mucho sacrificio económico, social y mental para los comunes. Nuestra indignación ya no puede reinventarse, en este momento clave, lejos de readaptarnos, debemos oponernos a las injusticias, impunidad y saqueos a las arcas públicas.
Entre autoridades electas, líderes y ciudadanía en general, estoy convencida de que somos más quienes nos oponemos a esa normalidad de perpetua desgracia, entonces, unifiquemos acciones, reaccionemos contra toda esta barbarie, modo corrupto y desgraciado de vida al que nos someten los poderosos de siempre y exijamos al Gobierno que cumpla la Ley de Emergencia con la que se comprometió.
Claro que tenemos diferencias en nuestras visiones de mundo al analizar los diferentes partidos de oposición, pero creo que nos une el firme rechazo a la pestilente normalidad de ineficiencia, corrupción, licitaciones amañadas para favorecer a las mismas empresas amigas de siempre, desigualdad y hasta hambre.
En la Cámara de Senadores actualmente son 27 senadoras y senadores de la oposición (PLRA, FG, PPQ, Hagamos y PDP), fuerza política suficiente para exigir al Gobierno el cumplimiento de la Ley de Emergencia, ejercer mayor control sobre el uso del dinero público y garantizar el castigo para los responsables.
El Gobierno debe dar explicaciones sobre el cumplimiento de la Ley de Emergencia, las promesas, compromisos y explicar el por qué seguimos, por ejemplo, con Salud Pública en pésimas condiciones, licitaciones irregulares, mientras vamos flexibilizando la cuarentena y aumentando los riesgos de contagio de los trabajadores y las trabajadoras, y sus familias.
Es momento de desarrollar un bloque de oposición, la gente necesita con urgencia que las promesas de protecciones sociales y salvataje de micros, pequeñas y medianas empresas y el mejoramiento considerable del sistema de salud pública se cumplan, y sean realizadas con eficiencia y celeridad.
Necesitamos una oposición unificada que obligue al Ejecutivo a dar informes periódicos de la situación del covid-19, de la crisis económica y de la aplicación de la ley de Emergencia, además, de ir elaborando un plan de reconstrucción económica y social post cuarentena.
No se trata de las comisiones formales, donde tras horas de muchas palabras y muchos papeles no queda nada claro, ni permite incidir en las decisiones y gestión del Gobierno.
Además, urge habilitar espacios que garanticen la participación ciudadana, impulsar la habilitación de canales digitales de comunicación y participación, que permitan a la ciudadanía expresar sus cuestionamientos y sugerencias.
Estamos ante sucesos sin precedentes en la historia de nuestro país, sin embargo, el Gobierno mantiene intacta su política económica y social. Debe haber un cambio radical, la oposición debe articular acciones y exigir planes que protejan a la población, y ya no que coloque la opción de que cada uno se arregle mientras si protegen las ganancias de la claque privilegiada.