El Poder Ejecutivo presentó una propuesta para mejorar el sistema de compras públicas y licitaciones, pero eso no va a cambiar mucho si no existe la verdadera voluntad dentro de la estructura del Estado de hacer las cosas de forma diferente.
Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el malgasto público en el país alcanza casi 2000 millones de dólares de pérdida por robo, anualmente. Si no logramos encontrar una fórmula para que esa hemorragia se cierre, hay muy pocas posibilidades de que los impuestos puedan alcanzar a cumplir las obligaciones normales del Estado y cumplir los cada vez más altos estándares de pago de la deuda externa que venimos acumulando.
Es una cuestión de voluntad. El año pasado el ex ministro de Hacienda, Benigno López, hermanastro de Mario Abdo, junto con el vicepresidente, Hugo Velázquez, hicieron una representación de que les importaba el tema. Presentaron una trágica carpetita al presidente de la Cámara de Diputados, que nunca lo sometió a ningún tipo de estudios.
Eso demuestra que realmente no existe voluntad ni deseos de hacer cambios radicales en la forma de estructuración del Estado paraguayo. Este sistema le sigue conviniendo demasiado a unos pocos y perjudicando a muchos paraguayos.