Comentario 3×3
Estamos entrando al décimo mes de la pandemia y hay muchas cosas que hemos dejado sin hacer correctamente, por ejemplo, reformar el sistema de salud, tomando como pretexto esta situación.
Se dieron recursos, pero no se cambió el equipo cuya mentalidad era seguir manteniendo la gestión en las mismas características de siempre, que promovían fundamentalmente la corrupción y la mala calidad de gestión en su totalidad.
Tampoco hicimos mucho para mejorar el sistema de funcionamiento del Estado, a pesar de que nos dimos cuenta de que no hacen falta 350 mil empleados en el ámbito gubernamental porque el Estado puede funcionar con mucho menos.
Nadie levantó una idea para decir por qué no aprovechamos este momento y reformamos la forma de contratación de personas en el Estado paraguayo y también hacemos un relevamiento en torno a la importancia que cada uno tiene en dicho lugar.
Primó de nuevo la cuestión el pobrecito, de qué van a vivir? Esta es una circunstancia en la que podemos decir que hoy el Estado es el gran pytyvo para miles de personas que sin tener la capacidad ni el conocimiento para el desarrollo de alguna tarea dentro de la estructura del Estado, cobran salarios mensualmente aunque no realicen ninguna tarea, ningún trabajo realmente determinante.
Sería un buen momento todavía de lo que queda de la pandemia pensar con seriedad acerca de cómo podemos mejorar dos cosas: la calidad de gestión hacia adentro y la mejor retribución y capacidad para aquellos que sean idóneos, como manda la Constitución, para desempeñar la tarea de funcionario.
