Comentario 3×3
La transparencia es una gran debilidad y una gran carencia de nuestras instituciones públicas. A pesar de lo que dijo el artículo 28 de la Constitución, que necesitó más de 20 años en ser reglamentada en forma de ley, la 52 y 82, mental y culturalmente el Estado sigue sin entender cuál es su verdadera relación con sus mandantes.
Por más leyes y artículos de la Constitución que pongamos, por más que repitamos que toda la información pública debe ser pública de cada uno de los paraguayos que contribuyen para el sostenimiento de esas instituciones. Nada parece entrarles en razón.
El último argumento de Duarte Frutos, quien fue presidente de la República del Paraguay dos veces ministro de Educación, embajador de Cartes en la Argentina y actual titular de la Entidad Binacional Yacyretá, dice que no puede dar ninguna información acerca del manejo de los recursos y Buenos Aires no lo autoriza, eso me parece una muestra de capitulación de nuestra soberanía.
El Paraguay es un país soberano y toda la información que manejan sus entidades públicas, incluidas las binacionales, debe tener el carácter de información pública.
No hay ningún tipo de misterio en todo esto, y a pesar de que tanto el presidente actual como el ex presidente Duarte Frutos intente demostrar lo opuesto, afirmando tontamente que una ley no puede estar por encima de un convenio internacional, habría que recordarles a ambos que la Constitución se encuentra por encima de un convenio internacional, y ante ella y sobre ella se juramentaron.
Es bueno hacerles recordar que la Constitución no es un documento muerto, es un contrato que nos damos nosotros, los mandantes, hacia nuestros mandatarios.