Hace más de 100 años, 12 de diciembre de 1901, el físico italiano Guglielmo Marconi inventaba la radio, en tiempos donde no se conocía el fenómeno del cambio climático, y recién en 1940 se comenzaba a hablar del efecto invernadero y del calentamiento global.
Durante esta centuria, muchos fueron los que decretaron prematuramente la muerte de la radio, primero con la aparición de la televisión y luego con los medios digitales. Lo cierto es que ésta sigue gozando de muy buena salud. Han cambiado los soportes con la aparición de la FM y luego la digitalización, pero el encanto de la voz no se ha perdido, más allá del avance del formato de entretenimiento en desmedro de la producción cuidada, la reflexión oportuna y la participación de la audiencia.
Atrás han quedado los auditorios que tenían las grandes emisoras con orquestas en vivo, locutores y locutoras vestidos de etiqueta; la platea, para asistir al programa de su preferencia, hacía rigurosa cola a fin de lograr un asiento. Del mismo modo, luego del trabajo, la gente se ponía sus mejores galas, más allá del sector social, para sentarse frente al aparato de caja de madera y esperar que apareciera su magia sonora.
Con la aparición de las conexiones inalámbricas, mucho antes del celular, las radios salieron de los estudios y la entrevista callejera con la opinión de la gente, se tornó frecuente y pasó a ser parte del cotidiano de la ciudadanía en un pueblo o en la gran ciudad. Lamentablemente esta buena costumbre se fue perdiendo, y la gente pasó, de ser un protagonista de sus propias historias, a un actor pasivo, que a lo sumo -y son las excepciones- puede dejar grabado un breve mensaje. El diálogo enriquecedor, sorpresivo y no programado, casi ha desaparecido del aire y paulatinamente quedó cosificado en un mensaje de texto o de voz, incompleto y con tono de reclamo.
Esta ciudadanía hablante, con las excepciones del caso, fue reemplazada por los figurones de turno, casi siempre algún político, la vedette de moda con su culebrón a cuestas y el futbolista de la semana. La Voz de la Gente pasó directamente a un discretísimo plano y sobrevive con cierta timidez en algunas emisoras. Conclusión, la gente perdió la costumbre del uso de la palabra pública y con ella el temor a hablar frente a un micrófono callejero, y este hecho cada vez ocurre con menor frecuencia. De la radio caliente, viva e instantánea, pasamos a la radio de los llamadores o bien de aquellas personas acostumbradas a emitir su opinión telefónica o columnistas profesionales.
Paralelamente a este fenómeno radiofónico, se fue dando en Asunción y en Paraguay, la pérdida de espacios verdes públicos y la deforestación constante. Hoy no llegamos a 6 o 7 metros cuadrados por habitante, cuando lo recomendado son entre 11 y 12 metros por habitante. El problema no termina allí: se cementaron las veredas para dar mayor espacio al creciente parque automotor y los lugares naturales de aspersión se convirtieron en estacionamientos, generando raudales donde la velocidad de las aguas arrastra todo lo que encuentre a su paso. Entre la desidia del control municipal y la inconciencia de cada frentista, hemos logrado la combinación perfecta para que cada tormenta se convierta en una amenaza, y los desagües pluviales, que alguna vez funcionaron correctamente, se ven colmatados por la basura de la latita de cerveza que cae de un espléndido Mercedes Benz, o de la pausa del semáforo, que el colectivero aprovecha para arrojar el paquete vacío y derramar la yerba de su guampa, ya insípida luego de varias vueltas.
COP26
Desde el 31 de octubre hasta el 12 de noviembre, delegaciones de casi 200 países se reunirán en Glasgow, Escocia para tomar acciones que frenen la emergencia climática.
La COP26 –Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático– reunirá a unas 25.000 personas. Desde Paraguay, el Ministro del MADES, Ariel Oviedo, encabeza la nutrida delegación de unas 20 personas que, sumada a las 25.000 inscriptas, constituirán uno de los eventos más masivos en plena pandemia global.
Al coincidir esta Cumbre Mundial con la celebración del 9no. aniversario de la fundación del Parque Guasu Metropolitano hemos creído conveniente establecer un estudio de radio en el propio Parque Guasu el sábado 30 de octubre de 16:00 a 19:00 hs, para facilitar la participación y el acceso al micrófono de usuarios que vienen defendiendo este espacio verde púbico desde hace 9 años, y expresar todas nuestras expectativas sobre la importancia de los espacios abiertos y el cambio climático.
La británica Allegra Stratton, vocera del primer ministro, definió que la meta de bajar la temperatura se mantiene viva. «Para llegar allí debemos demostrar que hay un impulso, un progreso real en carbón, autos, dinero y árboles». A su vez, en Glasgow se presentará la primera oportunidad de evaluar el desempeño de cada país firmante en esta meta colectiva de salvar la Tierra.
Es la primera vez que se hará una evaluación país por país. El nuevo Intendente, los Ministros a cargo del MOPC y MADES, tienen frente a sí una excelente oportunidad para concretar el corredor verde de Asunción, apoyado por Naciones Unidas y seguramente respaldado por una ciudadanía que no quiere seguir contando muertos ni contusos, y menos de a miles, sino que apuesta a la calidad de vida, los espacios abiertos y al bienestar de toda Asunción Metropolitana. Un Parque con menos autos y más árboles. Habrá un fondo de recursos para todos los países en la lucha por la disminución de la temperatura y Paraguay debe tomar esa bandera y hacerla suya.
Cabe señalar que otro tanto debe hacer la República de Taiwán, que en París 2020 firmó el tratado de cambio climático con una propuesta muy de avanzada. No tenemos dudas que el Embajador Don José Chih-Cheng, que respeta y hará respetar los estándares ambientales de la legislación de Taiwán en materia de espacios verdes públicos contribuirá a las campañas de forestación que emprendamos en el 2022 desde Salvemos el Parque Guasu. El colegio Chiang Kai-shek, actualmente cerrado, dispone de un magnífico espacio para instalar con costo cero la Universidad de Taiwán. Hemos dado la bienvenida a la Universidad, pero no en el Parque Guasu Metropolitano, y esto ha sido respaldado por más de 17.000 firmas que adhieren a su defensa.
QUE LO PÚBLICO SEA PUBLICO es uno de los fundamentos de las instituciones de una república. Es el derecho del ejercicio ciudadano a defender un espacio verde público, que nuevamente pueda ser devastado, fragmentado o deteriorado. Estamos seguros que nuestras autoridades han aprendido la triste lección que 16.000 ciudadanos nos dan desde el más allá. Todas las ciudades del mundo están empeñadas en mejorar y ampliar sus espacios verdes. ¿Por qué nosotros NO?
La radio y el Parque se dan la mano para celebrar un nuevo aniversario, para dar voz a las más de 20.000 personas que disfrutan de este espacio mensualmente, para hacer oír todas las voces, que cada vez son más conscientes del fenómeno del cambio climático.
Tenemos la oportunidad de hacer de Paraguay y el mundo un hogar común. El tiempo de la espera ha concluido. O actuamos de manera responsable entre gobernantes y gobernados o nuestros hijos -sin distinguir religiones, clases sociales, partidos políticos, sectores urbanos o rurales- serán las víctimas de nuestra inconciencia, ausencia de responsabilidad y nos acusarán con absoluto derecho, de la carencia del amor más elemental hacia las nuevas generaciones.
La historia avisa, pero no espera.