Estoy seguro que todos escuchamos alguna vez que la prevención es el mejor remedio o que es mejor prevenir que curar y desde el Gobierno, no podemos estar más de acuerdo. Sin embargo, ¿cómo hacemos para crear una cultura de prevención? ¿Cómo hacemos para que las personas no lleguen a los hospitales con enfermedades avanzadas y que podían haber sido fácilmente tratadas o evitadas? La respuesta es mejorando la Atención Primaria a la Salud en las Unidades de Salud de la Familia (USF).
Esta semana visité dos USF donde me chequearon la presión y esto comenté a un grupo de jóvenes amigos de mis hijos. La primera pregunta fue: ¿qué es una USF? Una USF es como un puesto de salud o una clínica para chequeos y atención básica, como por ejemplo atención a embarazadas, chequeos a personas con diabetes e hipertensión, vacunación, entre otros.
Las USF cumplen además un rol comunitario ya que sus agentes recorren su zona de influencia investigando el estado de salud de las personas que viven allí. La segunda pregunta fue: ¿por qué son tan importantes las USF? Y la respuesta es porque ayudan a prevenir. Vivimos en una cultura donde vamos al médico solamente cuando ya no nos sentimos bien y vemos a la auto-medicación como algo “normal”.
Sin embargo esta cultura nos hace reactivos a las enfermedades y nos hace tratarlas cuando ya están muy avanzadas. Las USF apuntan a hacer frente a esa cultura reactiva y no dejar que las personas lleguen a los hospitales con cuadros avanzados, sino a detectar las enfermedades a tiempo o mejor aún, evitar que existan.
Hoy el Gobierno Nacional apuesta por este enfoque de prevención, llegando a los hogares con salud, porque prevenir es mejor que curar. En ese sentido, estamos trabajando para que las USF tengan todos los recursos humanos y medicamentos suficientes para educar en la prevención y tratar enfermedades en sus etapas iniciales. Así que la próxima vez que escuchen de una USF, les invito a acordarse de que la prevención es el mejor medicamento.