Foto: Ministerio Público
Una organización internacional con sede en Washington pasó un informe donde vuelve a colocar a Paraguay como un país que no demuestra mucha voluntad de combatir la corrupción, uno de nuestros males endémicos desde hace mucho tiempo.
La corrupción significa que las instituciones tendrían que funcionar para que no exista impunidad. Que si existen hechos de corrupción hayan mecanismos de sanción en la Fiscalía del Poder Judicial, en las estructuras administrativas y no estemos enamorados de este mal, como parece indicar en el documento.
No es la primera vez que nuestro figura en los últimos lugares en términos de falta de voluntad, de llevar adelante una lucha frontal contra la corrupción, uno de nuestros grandes cánceres como nación que todavía, incluso en términos de pandemia, nos sigue pasando la factura y costando vidas.
Es el momento no simplemente de reconocer nuestra situación y que nos endilgan la condición de corruptos. Es el momento de buscar cambiar esta pesada lápida cultural que algunos creen que es absolutamente conducente con el carácter de los paraguayos, y eso no es así.
