viernes, marzo 28

La ola infernal / Félix Martín Giménez Barrios

Desde el mes pasado, diversos medios de comunicación internacionales han estado
lanzando notas acerca del aumento considerable de la temperatura y sensación
térmica en Paraguay y regiones fronterizas. Últimamente se reportan estruendosas
explosiones de transformadores de energía eléctrica, dejando sin luz por varias horas
a cuadras enteras. Solo es la punta del iceberg de los males que genera el calor.

Tristemente no es un calor amigable de por lo menos veinticinco grados, ya que desde
la dirección nacional de meteorología indican que antes de las ocho de la mañana, la
temperatura ya suele superar los 27 grados Celsius. Esta oleada de calor no es nada
nuevo y no parece que disminuya en lo que resta de este verano, y probablemente la
diferencia sea poca respecto a otoño que ya llega en los últimos días de marzo.

Resistir los siguientes días de febrero será una tarea dolorosa para la población mas
vulnerable como los adultos mayores, los niños, los vendedores ambulantes, serán
mas sensibles a sentir golpes de calor o sufrir de deshidratación y otros problemas que
podrían hasta dañar la vista y, por ende, a otros sentidos. Las zonas en donde los
servicios de agua potable y electricidad escaseen, la cuestión será más alarmante.

Estas oleadas infernales no son de origen natural, es resultado directo de la
intervención humana, de la emisión de humo y gases, de la tala indiscriminada de
árboles y otras formas de contaminar el medio ambiente, contribuyen al calentamiento
global, y en este país la situación es alarmante por falta de políticas eficientes para
encarar el fenómeno del cambio climático y ver cómo reducir sus daños.

Es mas que nunca obligatorio que entonces, los ciudadanos de pie tomen medidas
para salvaguardar su bienestar, y de paso indicar medidas de protección a sus seres
queridos. Lamentablemente habrá que disminuir las actividades al aire libre durante
varias horas del día. La responsabilidad de momento nos pertenece a todos ya que al
estado ni pareciera importarle, es necesario la creación de mas refugios y espacios
frescos y ventilados.