Barcelona se siente tan apretado que ha decidido, a cambio de cinco millones de euros, realizar un viaje hasta Sídney, para jugar por primera vez en su historia en Australia. Son más de 17.000 kilómetros de distancia, para disputar un partido ante una selección de jugadores de la Liga local (A-League).
La expedición azulgrana viaja en un Boing 787 con destino a Darwin y de allí a Sídney, donde llegará en horas de la mañana del martes. El partido se jugará el miércoles y al día siguiente, el equipo de Xavi Hernández volverá a Barcelona, donde llegará el viernes de madrugada.
El equipo se embarcó en un vuelo de Qantas justo después de cerrar la temporada ante el Villarreal, un encuentro que supuso una nueva derrota (0-2), en un partido intrascendente, ya que los azulgrana tenían asegurada la segunda plaza del campeonato.
Se han quedado en Barcelona doce jugadores, los lesionados Dest, Eric García, Nico, Pedri, Piqué y Sergi Roberto; Mingueza y Riqui Puig -convocados para el Cataluña-Jamaica del próximo miércoles-; Braithwaite, convocado con Dinamarca; Lenglet y Neto, por cuestiones personales; y Ferran Torres, que se ha quedado en casa porque no completó la pauta de vacunación por motivos personales.
Por todo ello, la convocatoria la completan seis jugadores del filial: Balde, Álvaro Sanz, Arnau Tenas, Mika Mármol, Jandro y Aranda. EFE
