La política y los políticos de la actualidad son diferentes, porque hay nuevas formas de trabajar, nuevas formas de comunicar, que fueron modificadas por internet. Vemos que la mayoría de los políticos utilizan las bondades de las redes sociales para comunicar, informar acerca de su gestión y exponer sus criterios sobre diferentes temas.
Me parece maravilloso que los políticos interactuén en las redes sociales y las plataformas que nos ofrecen internet, sin embargo, muchos de los políticos usan las redes para hacer show, bailes, cantos, confrontaciones, todo para llamar la atención, para tener me gusta y ganar adherentes. Pero se olvidan de los problemas reales.
Muchos de ellos direccionan la comunicación hacia cuestiones sin importancia, para generar distracciones. Y así la gente se olvida de los grandes problemas que atraviesan. A los políticos les conviene mantenernos tontos y estúpidos, porque así ellos tienen mayores facilidades para manipularnos.
La farandulización de la política se dio mediante las redes social. Y es lo que más se consume. Este fenómeno hace que los políticos, en lugar de trazar planes para la gente o implementar políticas públicas, se centran en generar contenidos polémicos para tener más seguidores o repercusión en las redes sociales.
Sería bueno que los políticos y los ciudadanos utilicemos las redes sociales para una comunicación efectiva, que nos sirvan para mejorar. En el caso específico de los políticos, que sea para informar sobre sus gestiones, planes, ideas propuestas o agenda de trabajo, porque todo esto se traduce en transparencia y participación ciudadana.
La tecnología debería ayudarnos para lograr un mayor acercamiento entre políticos y ciudadanos, y que ese feedback sea traducido en acciones concretas para la sociedad.
