Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
Los costos que ha venido teniendo para la democracia paraguaya, la mala, errónea e inconstitucional interpretación del Tribunal Electoral y de la Corte de permitir que dos presidentes activos fueran candidatos a senadores de la República con voz y voto y no asumieran su condición natural, mandatoria y única de la Constitución, que es ser senadores vitalicios, nos sigue creando graves problemas a la institucionalidad de la República.
Cada período de gobierno aparece un presidente con el ánimo de violar el mandato constitucional. Primero lo hace procurando ser reelecto, cuando no puede se candidato para senador con voz y voto. Cuando finalmente es elegido por ese mecanismo, afirma de que ya fue promulgada la lista de quienes deberían ingresar y por lo tanto, si deberían jurar. Cuando sus pares terminan rechazándolos como el caso de Frutos y de Cartes, estos siguen creyendo que siguen teniendo vigencia e importancia política y siguen fastidiando a la República.
Lo hacen a través de distintos mecanismos extorsivos, chantajistas discursivos y molestosos a la democracia. Es hora de decidir definitivamente el destino de estos dos personajes políticos paraguayos. Deberíamos decirles y subrayarles ustedes sólo pueden ser senadores vitalicios o deberíamos decirlo vayan a cuarteles de invierno, han ganado demasiada fortuna desde un cargo que no estaba destinado para dicho propósito, reclúyanse en sus estancias o finalmente que la justicia opere y acabe con los huesos de ambos en las cárceles, pero nada de eso se hace y seguimos todavía pensando que detrás de cada acción de ambos se esconde la posibilidad de que asalten de nuevo la banca en la Cámara de Senadores.
Es el tiempo de poner punto final a una acción de este tipo, acabar con este permanente chake a la democracia paraguaya y corregir lo que ha sido, por un lado, una tremenda falla de interpretación del Tribunal Electoral y de la Corte Suprema de Justicia y enviar un mensaje claro de que no se puede seguir jodiendo a la democracia paraguaya.