En la política paraguaya en el tiempo de democracia hemos visto y percibido siempre maniobras negras para que el “poder siga en manos de los administradores de turno para lograr continuar “gerenciando los bienes del ciudadano. El mandante. El objeto y sujeto de la acción de sus representantes y el que en poco tiempo tendrá el poder de decidir quienes serán sus intendentes y concejales en elecciones que probarán a fondo su capacidad.
Hoy en una publicación de este medio de comunicación se mediatiza lo ocurrido en la municipalidad de Asunción donde se denuncian aumento irregular de salarios.
A inicios de agosto, César Ojeda, intendente interino de Asunción, solicitó un aumento presupuestario a la Junta Municipal por G. 7.166 millones para la suba de salarios de alrededor 3.000 funcionarios. El objeto es claramente electoralista, asegurar los fotos para Nenecho Rodríguez es lo que subyace tras esta propuesta porque la calidad del servicio empeoró y no merece recompensa.
En favor de la gente
En Paraguay con 32 años de democracia sin haberla estudiado, evaluado y aplicado cómo debe ser continuamos testimoniando estas operaciones que buscan congraciarse con los funcionarios para afianzar votos y proseguir en su alto nivel, vaya a saber uno para que o porqué. Mientras esto acontece reiteradamente en la democracia paraguaya, en Francia con 232 años de democracia la función del Estado para con sus funcionarios es antipática porque en otra publicación se ve que 3.000 funcionarios de centros de salud no vacunados han sido suspendidos. Ellos se deben a la ciudadanía y deben ser inoculados contra el covid como ejemplo y como protección ante el virus.
Macron tomó muy en serio no solo el cuidado de sus dispositivos hackeados sino la salud de su país y gobierno, haciendo que funcione sano y libre de confusiones acerca de qué debe hacer el Estado francés en estas circunstancias aunque resulte impopular.
Para lo que debe ser para responder las necesidades del ciudadano o real mandante en democracia que debe ser entendida eficazmente por el gobierno. Nosotros somos a quienes se deben los funcionarios para justificar aumentos que solo parecen medidas tomadas para congraciarse con los funcionarios y asegurar sus votos en los comicios del 10 de octubre próximo.
Son nuestros recursos en una ciudad que perdió 10 mil habitantes por costosa, sucia y hostil el año pasado. La oposición no levanta vuelo con Nakayama y pareciera que el bailarín de “calle 7” volverá a la intendencia asuncena con procesos de corrupción sobre los hombros. Pobres asuncenos