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La filosofía y la belleza

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Byung-Chul Han es el filósofo que tiempo atrás maravilló a todos con sus ideas contra las redes sociales y el excesivo uso que hacemos del internet y cómo  esto incide en nuestras vidas. En nuestros   pensamientos relacionados con el consumo, la sociedad, la política y la economía y que ahora nos salta con un nuevo tema.

Ahora entre varias ideas expuestas en la red se suma “la belleza”, vista desde el ángulo filosófico y no tanto desde el recoveco superficial de lo que consideramos atractivo o bello porque ahora este filósofo se encuentra escribiendo un libro sobre la belleza.

El percibe que la belleza es una conexión entre las diferentes cosas que están ocurriendo hoy o son populares hoy. Por ejemplo, la depilación brasileña, las esculturas de Jeff Koons y el iPhone. A lo que lleva al entrevistador preguntarle; ¿Estás comparando la eliminación del vello corporal con un teléfono inteligente y un artista? y el filósofo responde; 

La característica común es fácil de ver: se trata de suavidad. “Esta suavidad caracteriza nuestro presente. ¿Conoces el G Flex, un smartphone hecho por LG? Este teléfono inteligente tiene un revestimiento muy especial: si se raya, desaparecen al cabo de muy poco tiempo, por lo que tiene una piel autocurativa, casi una piel orgánica. Esto significa que el smartphone se mantiene totalmente liso. Me pregunto, ¿por qué algunos rasguños importan en un objeto? ¿Por qué este esfuerzo por una superficie lisa? Y ahí tenemos una conexión entre el teléfono inteligente suave, la piel suave y el amor” explica el coreanio algo que parece poco comprensible.

El pensador de 64 años que nace en Corea del Sur y vive en Alemania,  fue profesor en la Universidad de las Artes de Berlín y todavía da cursos ocasionalmente allí. Habitualmente estamos expuestos en campañas de mercadeo a estilos, diseños y publicidad que destacan el lado lindo o bello de alguien.

Somos nuestros propios esclavistas

Un producto o lo que se pretenda ofertar y/o “vender” al mercado. Más muy pocas veces hacemos el corte transversal de lo que escuchamos, vemos o sentimos para cuestionarnos qué hay detrás de un anuncio o promoción de lo que sea. Lo que buscar realmente es  atrapar nuestra atención que debe estar siempre concentrada en aspectos o referencias que ayuden o sirvan para pensar bien y no tanto para admirar fugazmente en lo que nos digan que es bello y que realmente no consideremos bonito.

Un aspecto visto, sentido e interpretado por cualquiera de acuerdo a sus experiencias y conocimiento, lo bello puede ser el amor,la política,la vida, la salud, comida, vestimenta o accesorios que llevemos encima. De acuerdo a lo que nos expongamos o nos enseñen nuestros padres o encargados de nuestra crianza, pasando por la escuela, colegio, universidad y nuestros entornos sociales y no sociales cómo a veces son etiquetados por los críticos de círculos sociales que pueden distorsionar o llevar por mal camino nuestras apreciaciones sobre la estética de algo, alguien o lo que busque ser admirado cómo bello.

Por razones particulares, de vanidad propia, comerciales o por lo que sea suficiente razón de cada uno el considerarse o considerar algo cómo bello que debe responder bien a los parámetros y referencias históricas o del ayer a lo que fue o hasta sigue siendo lindo para alguien o todos y así poder tener en cuenta y entender lo que es agraciado o no y poder marcar de esta forma en la historia de acuerdo a la sociedad y las condiciones de vida. De forma que  influya en el existir del ser humano lo que fue, es y será bello entre las personas de un lugar o tiempo determinado.

La belleza muta de acuerdo a lo que se haga o se trate de hacer  desde el arte, la política y economía en cada tiempo o lugar determinado, luego es evaluado, interpretado y asimilado por la sociedad, que tiene una seria responsabilidad de acuerdo a su preparación y referencias concluir en lo que es y no es bello.

Este capítulo o episodio es presentado cómo para estudiar y coronar nuestros parámetros acerca de lo que es y no es bello y es la nueva provocación del filósofo coreano que piensa en alemán.