jueves, mayo 15

La ética tramposa

La ética se refiere al estudio de la moralidad, los valores y las normas que guían el comportamiento humano, tanto en la vida individual como en la social. Ser ético significa actuar de acuerdo con principios morales, buscando el bien y la justicia, y evitando el mal y la injusticia.

Hace poco me tocó ver y escuchar en una red social un “mensaje profundo”, algo no tan habitual, acerca de un nuevo tipo de ética, denominada “la ética tramposa” que según el colombiano Manuel Fernando González Villamil. Asi la denomina la nueva virtud del mundo contemporáneo. Uno en el que la ética de ahora no está guiada por buenos valores que sirvan para sostener o construir a una persona o comunidad.   

Ya no se oculta, no se excusa ni se avergüenza se le aplaude si lo hace con inteligencia se le premia si logra resultados se le convierte en referentes y además sabe contarlo con buena narrativa y no recibe reproche con sobreprecio y es llamado emprendedor 

El que evade impuestos mientras da charla sobre superación todos son parte de una misma normalidad que ya no distingue entre lo astuto y lo Injusto la trampa ha dejado de ser una anomalía del sistema es su estrategia más funcional y lo más inquietante es que nadie se escandaliza.

Tiempo de crisis de valores

Es cómo si lo negativo o malo para cualquiera y la misma sociedad se normalizara y aceptara cómo patrones de cómo se debe ser para lograr éxitos, ser aceptado por la comunidad y destacarse en un sitio y momento en particular.

 Vivimos en una época donde el tramposo dejó de ser una figura marginal. Ya no se oculta, no se excusa ni se la ve con vergüenza. Se le aplaude al no ético si comete un error o ilegalidad con inteligencia. La ética tramposa no es una excepción moderna, es una filosofía no dicha pero profundamente instaurada, es una ética que reemplazó el deber por el beneficio y que convirtió la transgresión en símbolo de mérito.

Esta realidad demanda la atención de todos en cualquier campo donde trabaje, estudie o viva. No está bien hacer trampa porque va contra las normas de cualquier institución, deporte o trabajo en común que tengamos con otras personas, para que con el trato justo exista armonía y paz entre quienes existamos en cualquier proyecto en común.

Atención y cuidado para no dañar o ser dañado por quién no sea ético o no cumpla las normas establecidas por cualquier institución o comunidad de personas