En esta sociedad que nos urge buscar la grandeza y el éxito, resulta muy fácil de
olvidar que quizá la verdadera alegría yace en los momentos más comunes del día a
día. La sonrisa genuina de nuestros seres queridos, el abrazo sincero de los amigos,
son alegrías que no cuestan dinero, pero su valor resulta incalculable. Algunas veces,
la simplicidad es clave para encontrar la felicidad en un mundo cada vez más duro y
frio.
Durante gran parte de nuestra vida, solemos pasar por alto ciertos detalles que
pueden ofrecernos paz interior y mejorar nuestra salud mental. El canto de los pájaros
a la mañana, el aroma de la tierra luego de la lluvia o la suave brisa de las estaciones,
resultan ser bendiciones que pasan desapercibidas debido a nuestra rutina. No
necesitamos viajar lejos para vivirlas; basta con mirar y sentir con atención el entorno.
Muchos buscan la felicidad a futuro, como si solo llegara cuando se tenga esa gran
casa propia con jardín y piscina, ese auto americano o europeo de último modelo.
Pero mientras se esperan esos momentos, se pueden perder oportunidades de gozo
que están frente a uno mismo. El aprender a valorar esos detalles puede liberarnos de
una constante insatisfacción, pues nos recuerda que ya poseemos mucho.
A muchos les cuesta creer que en la soledad también hay espacio para la felicidad
simple y absoluta. Realizar actividades como leer un libro favorito, escuchar una y otra
vez esa canción que nos conmueve o sentarnos a comer ese plato que preparamos
exclusivamente para nosotros, esos actos son rituales de autocuidado y gratitud.
Demuestran que la felicidad no es una meta a lo lejos necesariamente.
Tal vez, el secreto de la verdadera felicidad sea dejar de buscarla en lugares, objetos o
personas que el mundo considere extraordinarios. Apreciar lo simple es un acto de
sabiduría y madurez. La vida no es perfecta, pero esta llena de pequeños milagros
que, al fin y al cabo, nos recuerdan que la verdadera felicidad no reside en cuantas
cosas poseemos, sino en cómo las sentimos.

Licenciado en ciencias politicas, editor, comunicador y productor de contenido creativo.