Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
Varios de los proyectos públicos en el país casi siempre terminan sobredimensionados en costos. Todavía no empezó la construcción del puente que uniría a la región oriental y occidental en una segunda infraestructura de ese tipo y ya no se sabe cuánto terminará por costar porque han tenido que cambiar el diseño original que nos costó ya millones de dólares el poder diseñarlo y dicen que no hay capacidad instalada en el país, por lo tanto, tuvieron que enviarlo a Brasil para que hagan el diseño final del mismo.
Todo mal. La cantidad de negociados que se hacen en el país justamente por no hacer de forma correcta en tiempo y en modo, es inmenso. Si nosotros viéramos el costo que tiene ese costo oscuro, secreto, de la corrupción en su sinónimo de echar a perder, veríamos cifras multimillonarias en el país que harían palidecer los US$ 1600 millones que calculó el Banco Interamericano se roba o va en corrupción en el país anualmente.
Nosotros estamos perdiendo mucho más dinero también en todas estas cuestiones que terminan de ex-profeso haciéndose mal. Las famosas consultoras que hacen la tarea justamente para favorecer a sus socios, que son los que finalmente ejecutan con la complicidad del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones.
Es el tiempo de cambiar esta ecuación del diablo que nos perjudica, nos hunde en el descrédito y termina haciendo obras tan malas que sólo causan malestar a cada uno de nosotros.