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La dura niñez de Gustavo Santander Dans: nuevo integrante de la Corte Suprema de Justicia

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Por: Félix Gerardo Ibarra Prieto (https://fgip.blogspot.com/)

Gustavo, 56 años, casado, padre de dos nenas es el séptimo de una familia de diez hermanos. Nacido en Tebicuary-mí, una pequeña ciudad que queda en el límite de los Dptos. de Paraguarí y el Guairá.

Su padre, Evaristo Santander Rojas fue un líder colorado del pueblo que en varias oportunidades llegó a ser presidente de la seccional local e intendente de aquella localidad. Su madre, Ibérica Rubí Dans Prieto, hija de un español que trabajaba en la Azucarera Paraguaya S.A. La mencionada zona se dedica casi totalmente a la cañicultura y la familia Santander Dans NO podía ser diferente.

La historia de Gustavo es desafiadora e interesante porque a pesar de su origen muy humilde llegó a lo más alto de magistratura de la nación. Estudió la primaria en la escuela Manuel Céspedes de su pueblo y para llegar a la escuela tenía que caminar (descalzo) por cinco largos kilómetros, totalizando diez de ida y vuelta. A la tarde a trabajar en el cañaveral y solo quien ha estado en esa misión sabe lo duro que es carpir, abonar, echar, pelar y cargar un camión.

Su secundaria lo hizo en el colegio Carlos A. López de su valle: siete kilómetros por día para ir y venir y a la tarde a pelar y cargar camiones sin horario ni temperatura definidos: podía ser a las dos de la tarde en el verano o a las dos de la mañana en invierno. Yo también hice eso y sé que es muy duro entregar el azúcar en la casa de las personas o de los países del mundo cuando importan esos productos, así como las cañas que se toman. Gustavo era futbolista en las horas vagas y era ídolo en los clubes por dónde jugó.

Su hermana mayor, Rosa ya era casada y vivía en Fernando de la Mora fue cuando Gustavo vino a la capital para continuar sus estudios superiores (como la mayoría de los que vencieron) ingresó a la Facultad de Derecho (UNA) y rápidamente se unió a los gremios estudiantiles que hervían en los aguerridos años 80 de la política paraguaya. Eran tiempos de tomar una posición: Gustavo optó por la oposición al régimen como todo joven idealista, pero NO oportunista.

El líder colorado, Evaristo con sus contactos políticos asuncenos consiguió el mejor lugar de trabajo para su hijo, Gustavo: Banco Central del Paraguay (BCP) ¿pero qué pasó? No pudo asumir por su posición política, hacía oposición al régimen de Stroessner (pecado capital en la época) Sin embargo, necesitaba trabajar para seguir escalando y estudiando. A seguir fue admitido en un supermercado de la calle Eusebio Ayala como verdulero: tenía que llegar a las 05:30 para recibir los productos y colocarlas en las góndolas para que a las 07:00 los clientes puedan verlas y comprarlas bien verdes y frescas. Salía a las tres de la tarde para ir a la casa estudiar e ir a la universidad.

Desde muy temprano siguió los caminos de su padre: se tornó líder estudiantil y fue vicepresidente del centro de estudiantes (89-90) bueno, entre changa y changa y la ayuda de la familia de vez en cuando (eran 10 hermanos) consigue su título de abogado y pasa a ejercerla por algunos años hasta que ingresa al poder judicial como Juez de Paz de la ciudad de Areguá en 1994 cargo que ocupó por ocho años.

A seguir fue ascendido como juez en lo Penal de Liquidación y Sentencia del Poder Judicial y se vienen los casos más importantes, complejos y difíciles de la república: la quiebra de los bancos que habían engañado a sus ahorristas (lo peor de un banquero) y el socorro irregular (lo peor de un funcionario público) del IPS a los banqueros, conclusión: 42 dueños y directivos de bancos paraguayos sentenciados y condenados por el cañicultor y verdulero Gustavo, entonces juez del caso.

También fueron sentenciados y condenados por el juez Gustavo Santander, el presidente del Banco Central y sus directivos, así como los del IPS. La justicia siempre llega y fue de las manos de alguien que no fue admitido en la institución (BCP) por pensar diferente, (cosas de la dictadura) El destino le reservara otra oportunidad en el banco: sanearla de las ratas.

Nacido en una cuna de familia politizada, Gustavo siempre siguió por el sendero de los gremios estudiantiles y asociaciones de clases: fue presidente de la Asociación de Magistrados del Paraguay en el periodo (2011-2015) con el 82% de los votos. En 2015 fue electo vicepresidente de la Asociación Latinoamericana de Magistrados venciendo en la recta final al representante del Brasil.

Gustavo que iba a la escuela y al colegio caminando por kilómetros y kilómetros para llegar a casa comer y después ir a la chacra carpir, pelar caña dulce y cargar el camión de la empresa Azucarera Paraguaya de Tebicuary, que tenía que descargar las frutas y verduras del supermercado Unicentro para poder estudiar derecho, que se recibió de abogado, que fue juez de paz, juez en lo penal enfrentando los casos más emblemáticos del mundo jurídico nacional y que a partir de 2016 es miembro del Tribunal de Apelación de la Primera Sala, ahora le espera otro gran desafío que si le es confiado no hay dudas que sabrá aplicar justicia sin titubear, sea a quien sea.

Gustavo Santander Dans (catedrático y conferencista internacional) es candidato a ser miembro de la Corte Suprema de Justicia de la República del Paraguay. Gustavo no está en ese lugar por acaso, Gustavo Santander Dans tiene méritos de sobras demostrados en todas las labores que le cupo realizar al frente del poder judicial y en los casos más complicados que fue enfrentar a los grandes estafadores de la nación que engañaron a miles de ahorristas humildes y honestos e incluso al Estado paraguayo en los años 90. Gustavo no necesita de ayuda política, necesita de una decisión sensata de la política. ¡Suerte, cañero!

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.