Muchos afirman que en el Paraguay, cuando se logra realizar algo que parece beneficioso, luego vuelve a complicarse por diferentes razones.
Ahora que se ha ampliado la ruta número dos de forma parcial, aun comienzan a aparecer cuestionamientos en torno a la cantidad de elementos que terminan haciendo todavía mucho más fatigoso el traslado de una persona a un sitio a otro. Desde las patrullas camineras que se encuentran diferentes lugares sospechosos con el ánimo de multar hasta cuestiones de las rotondas, la sensación que se tiene es que algo que se creyó venía para aligerar la vida de la gente ha terminado complicándola de forma notable.
En el Paraguay existen muchas otras cuestiones que vuelven muy complicada la razón de seguir existiendo en este territorio, que algunos deciden trasladarse a otros lugares del mundo para habitar, en donde las cosas son más simples, más previsibles, no tiene uno que sacrificar tanto de su cotidiana vida para sobrevivir. Y estas cuestiones son realmente las que los políticos tendrían que hacerlo de forma mucho más ligera y no ampliando los padecimientos de la gente. Desde los pequeños trámites burocráticos de conseguir un papel en el Ministerio de Educación hasta cuestiones más complejas, siempre aparecen las grandes dificultades que parecen ser el mejor camino para seguir consolidando la corrupción y el deseo de muchos de salir del país.
