Una de las cuestiones esenciales es pensar en términos estratégicos con respecto al medioambiente, digo estratégico porque no significa solo pensar en una nación, sino en el continente y a nivel global.
Estamos muy cerca del abismo, dijo en esta semana el Secretario General de las Naciones Unidas, y todos los presidentes que han pasado en el encuentro anual de esta organización en New York han subrayado la necesidad urgente de hacer cosas en común para evitar una catástrofe en términos ambientales.
De hecho, ya estamos viviendo en el Paraguay muestras claras con la situación de sequía y cómo afecta esto a la navegación de nuestros ríos, algo estratégico para el Paraguay, un país litoral marítimo. En el Brasil ya sabían de esto desde hace mucho tiempo y no habían dado la voz de alarma.
Ahora están todos asustados debido a que no hay suficiente agua para mover las turbinas que generan energía eléctrica y que sirve a varias poblaciones de ese país. También nosotros podríamos terminan siendo víctimas de lo mismo.
Solo con decir que un barco que no llega hasta el Puerto de Villeta significa que se usan 200 camiones movidos a energía fósil desde el Puerto hasta donde puede arribar y hasta los mercados ubicados en la zona de Asunción o el Departamento Central.
El tema medioambiental ya no es una cuestión de pose de algunos pocos que quieren incordiar la vida de la gente. La cuestión medioambiental es clave para nuestros futuros descendientes, para nuestra propia existencia, y algo debemos hacer, pronto.