@Nahem_Vlzla Doctor en Historia de la Universidad Católica Andrés Bello
Debido a que Paraguay forma parte de la gran Cuenca de El Plata, hoy me concentraré únicamente en los acontecimientos históricos claves que tuvieron lugar el pasado fin de semana en dos de los países que conforman esta región geográfica, me refiero a Argentina y Uruguay.
En lo que respecta a Argentina, el Presidente Alberto Fernández apertura el año legislativo ante el Congreso Nacional y quien desarrolló un largo discurso de 79 minutos, donde como era de esperarse inició con una directa, aunque sutil crítica al gobierno de Mauricio Macri pero no se detuvo en ella, luego avanzó en el repaso de rigor del diagnóstico general de la situación del país y solicitó el apoyo de todos los sectores para “adoptar las medidas más urgentes”.
Su discurso, netamente de tinte populista-socialista sostuvo tajantemente que “la lucha contra el hambre es nuestra prioridad, porque comer no puede ser un privilegio”. Más tarde avanzó a lo que podemos calificar el hard core de su discurso, primero el anuncio que en los próximos días presentará dos proyectos polémicos, el primero de ellos uno que permitiría la legalización del aborto y la reforma judicial con miras a separar la justicia de la política. Igualmente se refirió a la reactivación de la economía y la generación del empleo, tema crucial y donde quedó el vacío pues no despejó la duda del mecanismo que emplearía justamente para la generación de puestos de trabajo.
Más hacia el Este, en la República Oriental del Uruguay se produjo otro acontecimiento histórico, la juramentación del Abg. Luís Lacalle Pou como Presidente Constitucional, pero esta no se trató de una mera transmisión de mando, pues, luego de 15 años de estar fuera del poder el PAN retornó y recibió la banda presidencia de manos del propio presidente saliente Tabaré Vázquez, quien pese a su edad y el padecimiento de su enfermedad no sólo asistió al acto sino que aplaudió al propio Lacalle Pou. Más tarde, otro expresidente y también de línea izquierdista José Mujica en su rol de Senador y presidente del Congreso le tomó juramento al recién investido Presidente.
Lacalle, marcó su inicio de gestión con el apoyo de 120 delegaciones diplomáticos, pero lo más significativo fue el no invitar a su acto de juramentación a los mandatarios de las Américas que calificó de dictadores, tales como: Díaz-Canel de Cuba, Maduro de Venezuela, Ortega de Nicaragua. Acto más simbólico que real, pues, estuvieron presentes sus delegaciones diplomáticas, pero esto es una guía que tal vez, pueda romper relaciones diplomáticas con éstos. De su discurso, destacamos que se centró en lo económico tanto interno como externo, reducir el déficit fiscal y el desempleo y abrogar por un MERCOSUR más flexible donde los países pueda bilateralmente suscribir acuerdos comerciales.