Con menos de cien días en la Casa Blanca, la “administración Harris” como varias veces la ha llamado el Pdte. Joseph Biden, el recién estrenado mandatario estadounidense sorpresivamente está sometida a un conjunto de crisis que se están desarrollado en varios planos simultáneamente y a nuestro juicio todo ello indica que se trata de un plan previamente orquestado que busca poner a prueba el límite de la respuesta estadounidense.
Básicamente, USA enfrenta en el plano interno una seria crisis fronteriza concretamente en El Paso, Estado de Texas al sur del país y que apenas ayer fue reconocido como tal, tras una breve declaración de Biden, pese a reiterada negación por parte de su portavoz Jen Psaki y el Secretario de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas. En crudo, más de 15 mil adolescentes y niños traspasan caminando la frontera y son llevados a refugios donde posteriormente se decidirá su suerte, pero que a juzgar por el propio Biden, todo menor que llegue solo a USA se quedará, con lo cual, en millares el flujo de migrantes centroamericanos.
En tanto, en el plano internacional el nudo gordiano de la política mundial se concentra hoy en Rusia, China y Medio Oriente. Con Rusia además de las tenciones generadas por el artilugio del juicio contra del líder opositor Alexei Navalny, el resurgimiento de la crisis en Ucrania que culminó el 2014 cuando Putin se anexionó Crimea. Hoy todo indica que está decidido a anexionarse el resto del territorio ucraniano y para ello desplegó miles de tropas al Este de Ucrania.
Más al Este y ya en Asia, el gran dragón rojo de China comunista ha acentuado su estrategia de intimidación contra Taiwán a quien considera “provincia rebelde” e históricamente se ha negado a aceptar su independencia. La intimidación tiene por nombre “ejercicios militares”, primero 15 aviones de combate y 12 de ellos tipo caza penetraron el espacio aéreo taiwanés y luego un portaviones chino surcó por primera vez las aguas del mar meridional de China.
Entre tanto, en el Medio Oriente, por primera vez el gobierno de Irán acusó explícita y directamente a Israel de “terrorismo nuclear”, la denuncia responde luego que su planta nuclear de Natanz sufrió un corte de energía eléctrica. Irán asegura que “se reserva el derecho de tomar medidas contra sus perpetradores”, según reseño France24.
Sintetizando, Biden heredó de Trump una Rusia al menos no hostil, una China desnudada ante el mundo por su piratería y comercio desleal y un Medio Oriente al menos estable. La conjugación de todas estas crisis de manera simultánea, probablemente lo que buscan el medir la capacidad de reacción de Washington e incluso más allá, su papel de USA dentro del tablero mundial, donde una inacción marcará sin duda el declive de USA.