En un país como el nuestro donde la justicia es la gran aplazada en democracia nunca tuvimos tantos abogados metidos en hechos de corrupción.
Hay instituciones, títulos y hasta alimentos que esperamos no se pudran pero al ser manejados por seres humanos es normal que lleguen a ese triste estado de descomposición. Al estudiar o evaluar las carreras universitarias la mas popular es derecho con varias facultades en las públicas y privadas. Nos falta justicia pero sobran abogados.
De las facultades esperamos que salgan jueces, fiscales y abogados honestos que trabajen cumpliendo bien su juramento cómo defensores de la ley con el fin que esta no termine podrida y olvidada en algún cuarto lleno de humedad, suciedad y desorden. Los graves problemas de la sociedad paraguaya están apalancadas en la falta de justicia y eso lo sentimos todos nosotros.
En la administración de justicia no deben ni asomarse documentos que dicten las normas, momentos y razones contrarias a la norma. Las mismas deben ser respetadas por toda persona que integre una comunidad, organización o empresa.
Existe en carrera de derecho lo conocido como “el decálogo de Couture” que sirve cómo referencia para todo egresado de la carrera que dice: “ Ten fe en el Derecho, como el mejor instrumento para la convivencia humana; en la Justicia, como destino normal del Derecho, en la Paz como sustitutivo bondadoso de la Justicia; y sobre todo, ten fe en la Libertad, sin la cual no hay Derecho, ni Justicia, ni Paz”. Está demasiado claro que no requiere explicación adicional.
Este es cómo el juramento hipocrático de los médicos que como decálogo pone en orden de prioridades cómo debe ser encarada la justicia para que esta no termine ignorada o inutil para la gente.
Limpieza a fondo
Hablando con amigos abogados y colegas de la comunicación coinciden que el título de abogado solo sirve para blanqueamientos y maniobras que no deben existir en la administración de la justicia. Ahora sobre todo luego que un país extranjero como EEUU haya calificado de significativamente corrupto a varios todavía es más demostrativo como estas personas tuvieron y tienen altos cargos sin que hagamos justicia por nuestras propias instituciones. Somos flojos o inútiles?
Horacio Cartes, Hugo Velazquez y otros referentes de la política paraguaya fueron calificados como tales pero siguen siendo intocables para la injusticia nuestra. Esto solo puede corregirse sobre todo si la justicia es integrada de personas que quieran el bien para las instituciones donde trabajan y para quienes trabajan
El Consejo de la magistratura sigue en búsqueda de un fiscal general, los congresistas un defensor del pueblo, y gran parte de la sociedad empujando a Fretes para que deje la corte suprema de la justicia pero el cambio en la justicia debe ser mucho más de fondo y constante..
Somos un país inequitativo e injusto y esa la mejor forma de describir la condición de un país atribulado, perdido y confuso en términos de justicia.