Una de las peores administraciones de salud, indudablemente, la tuvo Mazzoleni, incapaz de poder prever en términos de planificación de recursos dónde y cómo tendrían que ser usados para enfrentar una pandemia. No tuvo ni la capacidad que se le exige ahora cuando era ministro en tiempos de pandemia.
La administración actual, que es la continuidad de la misma, parece no entender tampoco cuestiones financieras simples. Si el Ministerio de Salud dispone más de US$ 350 millones del empréstito de US$ 1.600 millones concedidos el año pasado, ¿Por qué tendría que pedirle al Congreso US$ 40 millones para comprar vacunas más caras? Tendría que usar esos recursos si ese es el propósito del mismo.
¿Qué es esto de volver a solicitarnos que tengamos que poner US$ 40 millones para compras de este tipo, cuando existe disponible una línea importantísima y 10 veces superior a lo que se reclama?
Están volviendo a jugar con nuestra paciencia. No están volviendo a tocar las orejas, como diciendo son tan tontos ustedes los paraguayos que ya nos dieron un crédito importante, les robamos esa gran cantidad y ahora le vamos a robar US$ 40 millones.
El Estado paraguayo puede hacerlo en menos de 7 días. Si sólo dejara de robar en esa cantidad de tiempo tendrían los recursos que necesitamos para comprar las vacunas, sean estas las más caras o las más baratas, pero aquellas que realmente se adecuen a lo que necesitamos en este momento, salvar vidas con los recursos que ya tienen.
