Ante el aumento de los casos de violencia doméstica, María del Carmen Giménez Maier, jueza de Encarnación, insta a que los padres acudan a la mediación para no llegar a estratos judiciales que dividan a las familias.
La pandemia trajo consigo un aumento de problemas familiares que van desde hechos de violencia hasta lastimosamente los feminicidios.
María del Carmen Giménez Maier, jueza del Tribunal de la Niñez y Adolescencia y Adolescencia Penal de Encarnación, afirma que muchas determinaciones de la misma Justicia contribuyen a acentuar estos índices negativos.
Para entender la problemática, Giménez Maier explica que cuando existe un problema intrafamiliar, por lo general la mujer acude al Juzgado de Paz. La encargada, en un alto porcentaje, termina otorgando una orden de alejamiento al hombre. Este se ve obligado a salir (posiblemente del hogar que está costeando él o lo heredó) y buscar un nuevo lugar para vivir.
A partir de aquí, la molestia y la ira aumentan por parte del padre, generando una serie de repercusiones aún más negativas que incluso pueden llegar a ser fatales.
“Existe un proyecto de ley para crear un fuero especial para que atienda los problemas de las familias. Hoy por hoy solo existen los Juzgados de Paz que no pueden realizar mediaciones debido a la alta carga laboral que ya tienen”, explicó.
La jueza es también mediadora. Ella afirma que una de las labores de ese nuevo fuero especial de la familia será realizar mediaciones. De esta manera, muchos casos podrán ser resueltos sin la necesidad de llevarlos hasta un juicio oral y público.
“Yo creo que por eso se tiene un número elevado en la cantidad de feminicidios. Cuando existe ese alejamiento el hombre se vuelve más agresivo. Piensa que esa es la casa, la casa que sus padres le dejaron. Y en vez de aminorar el conflicto se agrava con la orden de alejamiento”, explicó.
La entrevistada afirma que existe mucha resistencia para usar la mediación. Esto consiste básicamente en convocar a los padres y que psicólogos especializados junto a otros profesionales como asistentes sociales los hablen tratando de buscar una solución.
Maier afirma que no se puede llegar a resolver el problema de buenas a primeras pero siempre existe algún avance positivo en estas reuniones.
“Incluso se puede llegar a reconstruir matrimonios si los padres son tratados por un equipo interdisciplinario. Algunas veces el problema es por alcoholismo o drogadicción que pueden ser tratados”, afirma.
JUZGADO DE PAZ
Como ya explicaba la jueza, los Juzgados de Paz, son la primera institución a la que acuden las personas víctimas de violencia. Sin embargo, a pesar del interés de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de instalarlas en cada ciudad del país, muchas de estas no cuentan con todo el plantel necesario para satisfacer la carga de trabajo.
Solo por citar como ejemplo, el Juzgado de Paz de Cambyretá (Encarnación), recibe más de 40 denuncias de violencia doméstica al día. Si a esto sumamos otro tipo de denuncias son imposibles de ser atendidas solo por el abogado o abogada encargado, con su secretario, un dactilógrafo y ujier.
“Muchos municipios incluso donan inmuebles a la CSJ para crear estas entidades. Sin embargo, las mismas no cuentan con el equipo técnico necesario para dar una respuesta ideal. Hacen falta psicólogos de varias especialidades como también asistentes sociales”, explicó.
PATRIA POTESTAD
Como consecuencia de estas separaciones, la residencia de los hijos debe definirse en tribunales. Giménez Maier explica que los chicos de cero a cinco años deben quedar con la madre de forma prioritaria. Salvo que sufran violencia en este hogar.
Mientras que desde los 7 u 8 años hasta los 17, los mismos hijos pueden decir con quienes quieren quedarse.
“La Justicia debe ver el equilibrio, lo mejor para los chicos. Se denomina interés superior. Si el padre trabaja y no tiene tiempo, mientras que la madre no trabaja y puede cuidarlo, la prioridad será la madre”, explicó.
La asistencia alimentaria es otro de los principales problemas que se generan luego de las separaciones. Muchos casos incluso se elevan hasta en juicios orales debido a que el padre (por lo general) se niega a cumplir con esta obligación.
MENSAJE FINAL
La entrevista instó finalmente a las mujeres que reconozcan que es un derecho del niño y obligación de los padres brindar atenciones a sus pequeños.
“Insto a aprender los derechos del niño. Es una asignatura pendiente porque ellos tienen muchos derechos y los padres muchas obligaciones. Entender lo que es el interés superior del niño, satisfacer las necesidades de alimentación, educación, ocio, salud, vestimenta. Muchas veces no se quieren pagar por cursos pero son formas de educación y recreación. Eso relaja a los chicos y rompe el estrés por vivir con padres separados”, expresó finalmente.