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Júbilo incierto

Jubilarse nace del latín jubilare que es el grito de alegría y  como pasar a cuarteles de invierno luego de años de esfuerzo y de trabajo. Disfrutar del retiro, o realizar el grito de júbilo  que puede ser el dejar de trabajar para continuar viviendo de sus aportes es la misma sensación de adolescentes o niños teníamos al momento en que durante esta estación  en las vacaciones de invierno disfrutamos el no ir a estudiar por haber cumplido bien nuestro rendimiento escolar. El descanso se extendía hasta dentro del hogar  por no existir tareas escolares que cumplir . Jubilarse debe ser parte de un ciclo vital de la vida de cualquier trabajador sin embargo entre nosotros es un tema incierto incluso para los aportantes del sistema de seguridad social.

El instituto de previsión social (IPS) fue aprobado y creado el 18 de febrero de 1943 con las  funciones de contribuir a la protección social del Estado, administrando el sistema de pensiones solidarias, regímenes previsionales de reparto, leyes reparatorias y otras leyes especiales, como asimismo, pagando prestaciones sociales ordenadas por ley, ¿Por qué se sigue hablando de fondos jubilatorios bajo riesgo? Recursos que deben estar siendo resguardados o administrados para el bien del ciudadano, trabajador o contribuyente que luego de años de servicio se merece el reposo garantizado.

Ahora el IPS está en peligro por la rampante corrupción de todos sus actores. El mayor moroso: el Estado pone a la autoridad del ente, los empresarios falsean los datos, los aportantes también haciendo que ganen supuestamente más dinero en los últimos tres años para cobrar más, los sindicatos chupasangres, los proveedores.. todos buscan acabar con el sistema que ahora con la decisión de la Corte que favorece a los marítimos todos hablan de inminente colapso.

Lo único que el contribuyente espera es tener de una institución con 78 años de existencia es seriedad, y buena gestión con el dinero que allí fue depositado para acceder a una jubilación digna para sus aportantes.

Hay que intervenir el IPS. Sus estatutos deben ser actualizados, su administración saneada y su gestión realista, rigurosa y correcta para asegurar el júbilo del retiro por parte del aportante leal y sincero. De momento ahí solo ganan los pícaros.

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