Justo Jaquet es uno de los nombres importantes del fútbol local, el mismo fue parte del recordado Cerro campeón del 87, que de la mano de Valdir Espinosa devolvió al pueblo cerrista a la gloria.
El mismo habló sobre su situación actual, que lo encontraba trabajando con su hermano hasta el cierre total. “No sabemos cuánto va a continuar esto, hay mucha incertidumbre”, dijo. Actualmente hace constantes viajes al interior, pero igualmente debe encontrar la forma de sobrellevar esto.
TIEMPOS DE REMEMBRANZA
Jacquet indicó que esto fue oportuno para volver a hablar con amigos, utilizando el contacto mediante redes, y ver álbumes y recuerdos personales. “Uno saca un poco el polvo y vuelve a rememorar la imagen, recordando el tiempo que jugué por Cerro. Eso sirve para pasar el tiempo sabiendo que estamos encerrados, sirve para competir con la familia, con las nietas, y así hacemos pasar este momento”, indicó.
El lateral recordó los inicios de su carrera deportiva, con el proceso de inferiores en Cerro Porteño, la llegada a primera y sus años como profesional. “Lo más importante fue el año en que conseguimos el título en 1987 después de 10 años, ese año fue excepcional para nosotros, hicimos un buen trabajo. Los dirigentes se pusieron las pilas al contratar a un entrenador conocido mundialmente, que había conseguido un título intercontinental con Gremio”, dijo, refiriéndose a Valdir Espinosa. “Cambió la mentalidad de todos, desde los dirigentes, el equipo y la hinchada. Nos propusimos campeonar porque había sed de gloria. Todo ese proceso uno lo vivió en Cerro, eso es lo que en este momento uno recuerda y trata de volver a ese año para pasar ese momento”, subrayó.
Con ese nombre en mente, recordó que el 2020 fue especialmente doloroso para el grupo del 87, con la pérdida física primeramente de César Zavala y posteriormente la de Espinoza. “Valdir era algo especial, una persona excepcional, muy dada con todos; con él no había soberbia, con todo lo que había ganado era un señor muy humilde, se puso a nuestra altura, y era un papá guazú”, describió. Jaquet dijo que nunca les habló fuera de lugar y siempre se acercaba como un padre. “Nos abrazaba y nos decía cómo mejorar para conseguir cosas importantes, pensar positivamente, y recuerdo que nos decía que ustedes son los artistas, la gente hace el esfuerzo de pagar sus entradas para verlos a ustedes, y son los artistas, por eso tienen que prepararse para no defraudar a la afición. Nos daba nuestro lugar, nuestro espacio, y nos decía, entren a jugar, el fútbol es diversión, no entren tensionados. La idea siempre ganar, con esa mentalidad trabajamos, todo era alegría y humildad”, recordó. Agregó que tenía algún que otro compañero un poco descarriado pero el entrenador supo llevar el grupo. “Gracias a dios formamos un grupo que más que compañeros éramos amigos, formamos prácticamente una familia, y el padre era Valdir, se lo respetaba muchísimo, y como consecuencia vino el resultado de conseguir el título”, dijo.
El campeón con el ciclón indicó que no va mucho a la cancha. “Desde que me retiré habré ido una vez al Defensores en el 99 a ver la final de la Copa América Brasil-Uruguay. Normalmente miro por tele, y suelo ver, veo futbol internacional, fútbol europeo, y el campeonato local. No veo algún jugador con mis características, es difícil hacer las comparaciones, cada uno tiene su estilo”, mencionó.
UN SELLO PROPIO
Jacquet tenía un sello propio, y marcó una diferencia; entre jugadores hablaban y destacaban sus largos laterales, que llegaban al área como un arma importante de ataque. En la temporada 87, fue una de las que menos goles registró, con la friolera suma de 6 goles, pero por lo general sumaba bastante eso a su repertorio. “Lo de los laterales nació en el 87, en un juego de un sábado a la mañana. Generalmente éramos convocados a las 09 am, hacíamos un partidito de diversión y quedábamos a concentrar. Otra diferencia que marcó Valdir fue que solamente una noche concentrábamos; ahí surgió lo del lateral, de bromas salió eso, fue como un tiro libre, Pedro Garay cabecea y hace el gol”, recordó.
Justo dijo que Valdir lo vio, y le consultó si alguna vez hice eso jugando “Me dijo que desde ese momento trabajábamos porque ser una jugada de gol. Trabajé en lo físico, los lumbares, y el resto fue acompañamiento del brazo, porque tenía fuerzas. Felizmente varios partidos hicimos gol con eso y conseguimos el campeonato del 87 con esa jugada, era algo practicado en la semana. Quedaban a entrenar Rivarola y Zabala, de distintas posiciones”, dijo.
LA VUELTA AL FÚTBOL
Con el COVID presente, y la discusión sobre la concentración, el zaguero rememoró el método de trabajo con el Brasilero. “Concentrar es cansador y aburrido, desde el martes concentrábamos para un partido de domingo, llegaba el viernes y era puro nervio, en nuestra época. Por el aburrimiento era tenso, la mentalidad del dt era que había que encerrarlo para evitar jodas o que no piense cosas malas, ahora cambió todo, hoy existe profesionalismo y se confía en eso, queda a cargo de cada uno”, señaló.
El exfutbolista considera que hay que consultar a la gente entendida en el tema, si es posible que vuelva el fútbol, con o sin público. “Personalmente considero que se deberían hacer pruebas sin público, ver cómo se mueven los jugadores, cumplir lo que pide la gente de salud y ver cómo llevamos esta situación incómoda. Hay noticias en otros países, nosotros somos un país que no está preparado; si los de primer mundo caen, que sería nosotros, eso hay que cuidar mucho si queremos que vuelva el fútbol”, opinó
Para finalizar, pidió a la gente que siga las recomendaciones de los entendidos, para que esto pase rápido y no tengamos resultados negativos. “Ojalá muy pronto nos encontremos con padres, amigos, compañeros y abrazarnos, que es lo que hoy perdemos por cuidar la salud pedir conciencia, usar tapabocas y cuidarnos el uno al otro”, finalizó.