La tensión vuelve a escalar en Medio Oriente. Este viernes, Israel llevó adelante su primera respuesta militar a la ofensiva que lanzó Irán con más de 300 drones y cohetes el pasado sábado.
La represalia fue con un ataque «estrecho y limitado» a una base militar en Isfahán, uno de los reductos desde donde el régimen de Teherán había lanzado su operación aérea.
La operación fue difundida por la prensa estadounidense, en medio de controversias. Irán negó el ataque: primero dijo que las defensas antiaéreas habían derribado varios drones y después se limitó a decir que fueron «varios objetos voladores». Y, hasta el momento, ni el gobierno israelí ni el Pentágono había reconocido oficialmente la operación.
La cadena estadounidense CBS News citó a dos fuentes militares para sostener que, al menos, un misil israelí impactó en Irán. A su vez, la agencia internacional Reuters relató ataques de presuntos drones. Finalmente, el diario New York Times confirmó el ataque militar con dos funcionarios de Defensa israelíes y tres iraníes.
Cuando aún no había precisiones sobre las detonaciones, numerosos vuelos comerciales fueron desviados del espacio aéreo de la región. Las aerolíneas con sede en Dubai, como Emirates y FlyDubai, comenzaron a desviar sus vuelos sobre el oeste iraní alrededor de las 4.30 hora local. No trascendieron razones formales, aunque las advertencias locales a los pilotos sugirieron que el espacio aéreo podría haber estado cerrado.
La agencia semioficial iraní Fars -ligada al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, un grupo considerado terrorista por Estados Unidos- informó sobre explosiones sobre Isfahán, cerca de su aeropuerto internacional. Esa ciudad, ubicada a unos 340 kilómetros al sur de la capital Teherán, alberga una importante base aérea para el ejército iraní, así como sitios asociados con su programa nuclear.
Irán disparó sus baterías de defensa antiaérea en la mañana local, después de los informes de explosiones cerca de Isfahán, informó la agencia de noticias estatal IRNA.
No hubo confirmación de que el país estuviera bajo ataque generalizado. Sin embargo, las tensiones siguen siendo altas en todo el Medio Oriente después de la ofensiva sin precedentes de Irán con misiles y aviones no tripulados contra Israel.
De hecho, Isfahán fue uno de los sitios de lanzamiento de drones y misiles de Irán en su ataque del 13 de abril contra Israel. A su vez, Teherán acusó sistemáticamente a Israel de ataques y actividades de sabotaje contra sus sitios nucleares y militares en el pasado, incluido Isfahán, hogar de algunas de sus principales instalaciones de misiles y enriquecimiento nuclear.
La TV oficial iraní, en ese sentido, puntualizó que los sitios nucleares en la provincia iraní de Isfahán no sufrieron daños. También reportó que se observaron tres drones en el cielo de Isfahán. Y que el sistema de defensa aérea se activó y «destruyó estos drones en el cielo”.
Las autoridades de Irán suspendieron este viernes los vuelos en al menos tres ciudades, entre ellas Teherán, después de que se escuchasen fuertes explosiones en el centro del país.
El Ejército iraní dio a entender que no responderá al ataque, que no provocó daños. Gracias a nuestra vigilancia, se disparó a objetos voladores, dijo el comandante en jefe del Ejército de Irán, el general de división Abdul Rahim Musavi, a la agencia iraní Defa Press, especializada en defensa.
Ante la pregunta de si Irán responderá a la agresión, Musavi afirmó que «ya se ha visto la respuesta de Irán» en una aparente alusión al ataque del pasado sábado a Israel.
Por su parte, las autoridades de Israel no se habían pronunciado, mientras medios estatales iraníes informaban de que no se había producido ningún impacto o explosión a gran escala en el país. Solo el ministro ultraderechista Itamar Ben Gvir, líder del partido Otzma Yehudit (Poder Judío), publicó un mensaje críptico en redes sociales en el que dijo simplemente «¡Espantapájaros!», en una aparente muestra de rechazo a lo limitado del ataque israelí.
La agencia estatal iraní de noticias consignó también que las defensas locales se dispararon en varias provincias, como en la ciudad de Tabriz. No dio más detalles sobre la causa de la activación de esas baterías.
Hossein Dalirian, portavoz del programa espacial civil de Irán, posteó en sus redes que varios pequeños drones “cuadricópteros” habían sido derribados, pero no dio más precisiones.
Pese a la confirmación del ataque de Israel por diversas fuentes, incluso iraníes, funcionarios de Teherán salieron a negar incidentes sobre Isfahán: señalaron que los informes sobre las explosiones eran falsas y los atribuyó a «propaganda de los medios israelíes y estadounidenses».
La represalia israelí ocurrió el mismo día que Alí Jamenei, el líder supremo de la teocracia iraní, cumple 85 años.
Según consignó el diario inglés The Guardian, Israel le advirtió a la administración de Joe Biden este mismo jueves temprano que se produciría un ataque en las próximas 24 a 48 horas.
Los israelíes aseguraron al gobierno de Estados Unidos que las instalaciones nucleares de Irán no serían atacadas.
Según ese reporte, Israel le dijo a Estados Unidos que su respuesta tendría «un alcance limitado». La inteligencia estadounidense ya había hecho trascender que Israel estaba considerando un ataque «estrecho y limitado dentro de Irán porque sienten que tienen que responder con una acción cinética de algún tipo», dada la escala sin precedentes del ataque iraní.
El alcance de los objetivos «nunca se especificó en términos precisos, pero las ubicaciones nucleares y civiles claramente no estaban en esa categoría», añadió otra fuente en contacto con CNN.
El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, había advertido el pasado miércoles que Israel vería una respuesta «masiva y dura» ante la «más pequeña invasión».
Este jueves por la noche, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Hossein Amir-Abdollahian, había dicho en una entrevista con CNN que si Israel toma alguna acción en contra de los intereses iraníes, la respuesta sería «inmediata y a un nivel máximo».
Fuente: Clarín