El interventor de la Municipalidad de Asunción, Carlos Pereira, advirtió sobre una grave descomposición administrativa en la institución, marcada por superpoblación de funcionarios, falta de control y clientelismo político. Durante la intervención, detectó deterioro estructural, indiferencia institucional y ausencia de fiscalización real.
“Estoy apesadumbrado por tanto deterioro y dejadez”, dijo Pereira a la radio Monumental, señalando que la falta de eficiencia en los servicios públicos responde a fallas internas profundas. Aunque no puede despedir personal, presentará un informe con propuestas concretas, como un censo laboral y concursos de méritos para nuevos ingresos.
“Esto es un coteo político. La ciudadanía sufre las consecuencias”, expresó, agregando que los cargos deben ser ocupados por técnicos capacitados y que se debe restaurar la moral institucional mediante el mérito.
Reveló que en muestreos aleatorios encontró brechas alarmantes entre la nómina y la presencia real de funcionarios: “Si figuran 20, encontrás tres; si son 42, hay cinco. El resto no está ni en cámaras ni en campo”. Agregó que los mismos empleados reconocen prácticas como “marcar y salir”, pero temen denunciar.
Pereira denunció la falta total de mecanismos de control y anunció que su informe incluirá un plan para racionalizar datos, reducir la plantilla y usar tecnología para monitorear asistencia y productividad.
“Necesitamos una reforma profunda, achicar formalmente la estructura y respaldar decisiones con herramientas tecnológicas”, concluyó.
Periodista Senior