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Intensa Noticia desde prisión

Todos los días desde la existencia de la prensa para hacer común o comunicar algo en particular nos sorprendemos de las novedades, que últimamente tienen que ver con hechos luctuosos singulares  En Honduras, país ubicado  en el centro del istmo centroamericano, limita al oeste con Guatemala (340 km) y El Salvador (356,5 km), al norte con el Mar Caribe (650 km), al este con Nicaragua (575 km) y al sur con el Océano Pacífico, se dió un asesinato monstruoso’: 46 mujeres fueron  muertas en un motín carcelario.

Algunas  murieron quemadas en un levantamiento atribuido a la represión de actividades ilícitas dentro de las cárceles de Honduras. Las autoridades encontraron decenas de cuerpos después de la violencia del martes en la prisión de Tamara, a unos 50 kilómetros al noroeste de la capital hondureña de Tegucigalpa.

Algunas de las víctimas habían sido asesinadas a tiros, y al menos siete reclusas estaban siendo tratadas en un hospital de Tegucigalpa por heridas de bala y cuchillo, dijeron los empleados.

La presidenta Xiomara Castro dijo que estaba conmocionada por lo que describió como el “monstruo asesinato” de las mujeres, del que culpó a poderosas pandillas callejeras. “Solidaridad con las familias”, escribió en un tweet, y agregó que respondería con “medidas drásticas”.

En América Latina, hay 1,2 millones de personas encarceladas, «la mayoría en cárceles sobrepobladas, donde las malas condiciones aumentan los riesgos de infección y lo ocurrido también en Honduras que registra un triste acontecimiento más entre los hechos que no se deberían dar en centros de rehabilitación para poder reinsertarse a la sociedad luego del tiempo de su condena. En vez de cambiar para bien o rehabilitarse lo que hacen es empeorar las condiciones con las que una persona pierde su libertad y hasta su vida en algunos casos cómo desafortunadamente se ha dado en Honduras.

Muchas veces nos toca informar, comunicar y hacer noticia de algo muy desagradable en la historia de prisiones latinas, que deben tener mucho cuidado para evitar que se den o repitan casos cómo estos, que a su vez lamentablemente existen en potencia y con ganas de darse no tanto para llamar la atención sino por la incomodidad del ser humano que vive hacinado bajo amenazas y con miedo a que algo le ocurra. A veces hasta sin haber comido o dormido lo suficiente para tener un día de paz y calma que lo ayude a continuar sus días tras las rejas en espacios y compañía desagradables que no sirven para estar mejor qué cuándo y cómo entró a la cárcel.

Situaciones dramáticas

Honduras tiene una población penitenciaria de más de 22.000 personas, distribuida en 25 centros penales y tres anexos en sedes militares, con fallas de infraestructura y en condiciones de hacinamiento.Esto no no se aleja a nuestra realidad que incluso ya alcanzó a tener un lugar en la lista de opciones audiovisuales de Netflix. Con el trabajo documental de Paul Connolly y Raphael Rowe titulado “Dentro de las prisiones más duras del mundo” dónde Tacumbu es referenciado. Vale la pena ver para entender y entrar a una de las penitenciarías más difíciles de latinoamérica.

Ese documental nos debe servir para tener una idea de lo que significa estar sin libertad en un país que debe estudiar y mejorar las condiciones de vida del condenado para rehabilitarse y lograr volver a libertad  sin ningún tatuaje físico o mental que no lo ayude a destruir sino a construir para sí mismo y sus entornos sociales un mejor futuro.

El riesgo de mayor violencia en las cárceles es un tema de preocupación para los expertos en América Latina. Un problema que se suma al riesgo de motines penitenciarios.

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