La semana pasada se dio a conocer la nómina de funcionarios que ingresaron a la cancillería a través de códigos numéricos. Poco transparente el mecanismo que da pie a pensar que es un mecanismo para dar vuelta algunas cosas.
Haciendo un seguimiento al proceso que llevó adelante, este año, el Ministerio de Relaciones Exteriores, donde se ha trabajado en formalizar a algunos de sus funcionarios a través de llamados, me parece pertinente puntualizar la importancia del proceso de selección como herramienta de estandarización y formalización.
Solo para destacar, el escalafón diplomático y consular se compone actualmente por 472 funcionarios, de los cuales 112 lograron ingresar a la carrera vía judicial, tras presentar una acción de inconstitucionalidad contra el artículo 56 de la Ley 1335/99 que regula la profesión. El Decreto N° 17.770 del año 2002 aprobó la incorporación de estos funcionarios al escalafón, que a su vez se estableció por Decreto N° 6847, del 22 de diciembre de 1999.
Por si no lo sabía, recién desde el 2007 se realizaron 10 convocatorias a concursos nacionales de oposición y méritos para el ingreso de nuevos profesionales, en la categoría de tercer secretario, y se constituyó como el único camino para ingresar al escalafón. Hasta ahora un total de 108 profesionales ingresaron por concurso, los que representan el 22,88 % del total de escalafonados. El grueso de funcionarios en esta lista categorizada de diplomáticos (77%) está en ella vía administrativa, es decir, integran el escalafón desde que este se creó en 1999.
Hace un año se dio a conocer, que desde el Sindicato de Funcionarios y Empleados del Ministerio están reclamando que además de los escalafonados, hay otros 530 funcionarios que no pertenecen ni a escalafón diplomático, ni a uno administrativo creado por decreto y en el que se encuentran unos 70 funcionarios. Al parecer están elaborando un proyecto de modificación de la ley y se plantea crear una única Junta de Calificaciones y que todos tengan la oportunidad de ingresar.
Veremos si esta administración, se anime a dar un ejemplo y busque iniciar el proceso de modernización del estado hacia una política de transparencia en torno a las designaciones y da a conocer con nombre y apellido a los nuevos nombrados. ¡Al final, sume cuantos funcionarios hay y si son necesarios tantos!