El influir consiste en tener algún efecto sobre algo o alguien, más allá de ser atractivo, sonar bien o hacer publicaciones simpáticas que aumente el número de suscriptores, seguidores o “amigos” en nuestras redes. Debemos tener cuidado no solo con lo que publiquemos de nuestra vida personal sino tener en cuenta lo que queremos lograr al abrir una cuenta en cualquier red social.
Se han creado nuevos referentes, códigos y formas de hacer común un mensaje que pueden o no tener un efecto sobre la persona que lo lea, comparta u opine al respecto en cualquier reunión virtual o real que tenga que puede estar dirigida por influenciadores reales, aquellos referentes que tengamos de nuestra clase, trabajo u organización que seamos parte.
Muchas personas son influenciadas por seres humanos reales que podemos ver, escuchar y sentir de cerca su mensaje y así tiene siempre más efecto que solo ver su foto, nombre de perfil y publicaciones. Muchas veces lo común es hacerla nada más sin la previa meditación de si realmente tendrá algún efecto en la gente que lo verá o será considerado un flato mental que afortunadamente no podemos olfatearlo con los ojos más si podemos concluir el tipo de ser humano que está del otro lado de la pantalla y que quizá no reflexiona o piensa hacia dentro su publicación con alguna o ninguna intención.
Cambiar las formas
Escuchamos y vemos a nuestros hijos, sobrinos o niños que tengamos en común definiendo que entre sus aspiraciones a futuro no se encuentra ser un artista, ingeniero o periodista sino quieren ser “influencers”, y muchas veces sin conocer la definición o realidad que significa el tener efecto sobre lo que sea o signifique ese título. En la sociedad vemos desafortunadamente a buenos influenciadores que pierden la cordura o seriedad de su imagen o mensajes por publicaciones “absurdas” que hacen perder el valor de publicaciones e intenciones pasadas aunque el propósito sea buscar más gente que vea o distribuya su mensaje o imagen.
Resulta superficial, ligero, aparente o insustancial cómo el trabajo de cualquier persona influye realmente en mentes o espíritus ajenos que deben ser bien influenciados por personas preparadas y con experiencia en los campos que desee intervenir.
Todo esto para que no termine interviniendo, interrumpiendo o “robando el tiempo” de cualquier persona que puede hacer un mal mercadeo de una cuenta que puede quedar sin suscriptores, “amigos” o seguidores. Dejando en claro que no sirve o es un influencer de nada sino una cuenta vacía cómo la mente del creador que la creó para alimentar su vanidad o presumir donde esté, lo que tenga o cómo se vea.
