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Infantilismo crónico

En esta pandemia seguimos viendo y aprendiendo de los errores ajenos si es que realmente nos importa solucionar los errores propios. En un artículo de “El país” de Madrid cuyo título dice casi todo su contenido: “Políticas de infancia y políticos infantiles” donde  un niño destaca de sí mismo su falta de previsión por no saber o conocer los daños que puede generar una mala maniobra o expresión en la sociedad.

En esta pandemia somos testigos de cómo la mala administración de un presente nacional nos lleva a un futuro caótico irremediable. Según el periódico de  España hay graves problemas en brindar a la infancia y juventud un trato importante en educación, trabajo y salud, y no todo queda en este país europeo en otros continentes del globo donde somos testigos de una falta de previsión gigante que ha causado la infección y muerte de una gran cantidad de gente.

Estos problemas de administración política de hoy en día pueden ser cicatrices imborrables para los países que no hemos hecho bien la tarea. No debemos quedarnos a ver lo que se hace bien hoy, es importante proyectar el presente a nuestro futuro. Todo gobierno nacional no puede ser conducido por bitongos, carentes de conocimiento teórico y práctico para entender y hacer maniobras pro sociedad o ciudadanía. Si no aprendemos de los mismos y hacemos lo posible para cambiar las cosas solo pueden empeorar para todos y muy especialmente a los niños de cara hacia el futuro.

EL LEGADO ES FUNDAMENTAL
El ciclo de la vida toma  el patrón de la educación  que no es otra cosa que  equivocarse y aprender. Esto enseña a evitar repetir la falla cometida y avanzar con seguridad en la ruta de la buena gestión académica o laboral.

Al ser conscientes de nuestra edad en la tierra es fundamental aprender a trabajar en sinergia con otras personas que piensen y hagan lo mismo que nosotros para lograr  hacer bien las cosas en el presente y dejar buenos resultados en nuestra administración. El  futuro debe ser un referente de lo bien que se hicieron las cosas en tiempos de crisis. Hay que tener el coraje de madurar a tiempo  por el bien de los que administramos.

La administración  estatal no es un chiste por su tamaño y responsabilidad. Así y todo, el ciudadano demanda madurez y la actitud que caracteriza a esta etapa de la vida cómo seria, formal y eficaz por lo que aprendió en la mejor universidad del mundo que es la vida, por y para el bien de todas las personas en sus franjas etarias. Ese es el futuro que debemos dejar a los niños para mitigar los impactos de la pandemia.

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