Ser pobre puede salir bastante caro en nuestro país, existe una alta carga impositiva sobre los trabajadores y las trabajadoras, incluso ahora se aplica sobre quienes reciben subsidios sociales, estamos sufriendo un auténtico impuesto a la pobreza. Sin embargo, cuando se habla de impuestos sobre ganancias o para los supermillonarios nunca es el momento adecuado para aprobarlos, la claque privilegiada siempre está exenta.
Sos una persona que no tuviste ingresos casi todo el año por culpa de la pandemia, pues calificas para pagar impuestos. Si sos una persona contratada con salario mínimo también calificas para pagar impuestos.
Esta semana el Gobierno anunció el pago del subsidio Pytyvo 2.0 para trabajadores independientes que por la crisis económica provocada por la pandemia no tienen ingresos actualmente, con la salvedad que los beneficiarios serán inscriptos como contribuyentes, o sea que dentro de un año estas personas que hoy no tienen para comer tendrán que pagar impuestos. Ya en enero de este año también entró en vigencia la retención del IVA a todo trabajador y trabajadora con contrato hasta de salario mínimo en todo el sector público.
Impuesto por ganar salario mínimo e impuesto si no ganas nada también. Cuidado que nos empiecen a cobrar impuestos a los pobres por existir, por respirar.
Sin embargo, si sos tabacalero, sojero, ganadero, dueño de empresas embotelladoras de bebidas, empresarios con alta renta o un supermillonario podes estar tranquilo, nadie te va molestar con impuestos en Paraguay.
¿El Estado necesita recaudar más? Claro, pero cargar más impuestos a los pobres no va mejorar nuestra economía, la mayoría seguiremos en la precariedad y sin acceso a servicios públicos básicos de calidad como educación, salud, vivienda, mientras la minoría supermillonaria seguirá acumulando riqueza sin presión tributaria alguna.
Un sistema impositivo más equitativo debería establecer que quienes más ganan aporten más, sin embargo, en Paraguay la mayor recaudación se basa en el IVA, impuesto indirecto, que al tener una tasa igual para todos, seas pobre o rico, termina afectando al que menos tiene.
Necesitamos un sistema tributario más justo, suena complejo pero es bastante sencillo, es crear impuestos directos para que paguen los más ricos del país. Retener 60 mil guaraníes de una persona que gana salario mínimo o retener 20 mil guaraníes de una persona sin ingresos es despiadado.