En la negociación con Brasil seguimos esperando algún tipo de respuesta que realmente favorezca nuestro interés rentista. No tenemos idea acerca de qué hacer con la energía del 50% que no corresponde de dicho acuerdo, pero no es de ahora, no tenemos idea desde hace 50 años.
No sólo no se construyeron líneas de transmisión para traer la energía generada en la hidroeléctrica en condominio con el Brasil, sino que no tuvimos una sola propuesta, una sola idea de radicar empresas de alto consumo de energía y también correspondernos en el desarrollo sobre esa energía barata que tendríamos que tener disponible.
Ahora, con la crisis del petróleo, tendría que ser la gran oportunidad para ponernos una meta, dentro de 10 años todo el transporte del Paraguay debería ser eléctrico; esa es una propuesta innovadora, revolucionaria, que usaría una gran cantidad de nuestros recursos y no podría del mapa del mundo en este tiempo en que se admira tanto a los países que pueden generar y consumir energía limpia, que no afecte el medio ambiente.
Paraguay podría ser el campeón mundial en todo esto, pero solo esta esperando las migajas que Brasil le pueda dar en condiciones rentistas que sólo ha permitido el enriquecimiento de unos pocos en detrimento del país.
Es la hora de pensar en Paraguay, y para eso hace falta la mejor gente, no la que espera como mendigo las migajas del Brasil.