iA no se trata de Ivan Alfonso, Ignacio Alarcon u otra persona que combina las siglas IA, sino de la Inteligencia Artificial que sigue generando curiosidad y miedo, porque podría desarrollar mejor y más rápido tareas desarrolladas por el ser humano o la IR, Inteligencia Real. Estamos siendo reemplazados por algoritmos o artilugios, que el día de mañana podrían ocupar nuestro empleo o hacer tareas cotidianas en nuestros hogares, reemplazando al ser humano en actividades que son claves para nuestra existencia en el planeta. Un lugar que podría quedar sin humanos por los planes de abandonar el mundo para empezar otro tiempo de colonizaciones cómo alguna vez existió en nuestro planeta ayer.
Existe la posibilidad de que la inteligencia artificial acabe con algunos trabajos que los propios empleados consideran insignificantes. Si eso sucede, ¿estos trabajadores estarían mejor?.
Particularmente creo que no, porque no existe algo más incómodo que ser reemplazado por un ser humano y mucho más por una cosa, que fue creada, ofertada y vendida para que al ser usadas nos sirvan para diseñar o retratar ideas que luego al utilizar los dispositivos que existen para filmar, comunicarnos y entretenernos nos ayuden a concluir con el producto que tenga una utilidad particular o colectiva.
La inteligencia artificial (IA) se utiliza en muchos campos, como el comercio, la medicina, la ingeniería, el transporte, las comunicaciones, la milicia, la educación y otros quehaceres que antes eran nuestra responsabilidad.
Cambios profundos
Quizás por nuestra lentitud y pobre calidad del producto entregado, las máquinas aparecen cómo respuesta a las demandas de nuestros jefes, administradores, gerentes o personas demandando el producto o servicio final donde, cuando y la condición en que se encuentren, hemos ganado el perder nuestra necesidad en el empleo o donde sea importante el uso de la mente humana. Una que nunca podrá ser reemplazada porque tiene la posibilidad de combinar el conocimiento de algo con sentimientos hacia ese algo.
Todo significa tener empatía, amor u odio por la tarea que tengamos en nuestras agendas, haciendo uso de palabras escritas u orales para expresar ideas en medios de comunicación. Calcular números en bancos con calculadoras o lápiz, bolígrafo, papel o lo que tengamos a mano para registrar cifras que sirvan para sumar, restar, multiplicar o dividir, hacer común un mensaje, educar, aprender, sanar, construir, promocionar, vender o hacer cosas que pensábamos solo lo podíamos hacer nosotros siempre.
Pero la verdad desafortunadamente es otra, ya existen máquinas que pueden traducir, cocinar, limpiar, ordenar, calcular y ensamblar partes de un vehículo y hasta la misma infraestructura de un edificio. Y soy testigo que hasta mi empleo de comunicador está bajo riesgo porque ya existen redactores, presentadores, productores, locutores y editores y cualquier compañero que antes eran humanos y ahora son cosas que hacen común cualquier tipo de mensajes haciendo uso de cosas que hemos desarrollado y haciendo una copia lo más idéntica posible de lo hayamos reflexionado para empezar, desarrollar y terminar mejor y más rápido que la mano de obra humana responsabilidades del ser humano para nosotros mismos. Todo un desafío nos plantea la llamada inteligencia artificial en diferentes campos y es importante que sepamos cómo afrontarla.