Aquí no abordaré las formas en que la inteligencia artificial hace música sino de la evaluación que hace esta del tipo de música que escuchan los menos inteligentes. Diversos estudios han tratado de establecer vínculos entre las preferencias musicales y el desarrollo cognitivo, sugiriendo que ciertos géneros como el pop comercial, algunos subgéneros del rap y la música electrónica, podrían ser más populares entre personas con niveles cognitivos más bajos. Estos estilos suelen caracterizarse por letras sencillas y melodías pegajosas que, en general, buscan gratificación instantánea.
Una hipótesis es que la música popular, al ser más accesible y fácil de digerir, podría atraer a personas que buscan entretenimiento inmediato. No se trata de generalizar o afirmar que todos los oyentes de estos géneros son menos inteligentes, sino que puede existir una tendencia en ciertos grupos que prefieren evitar la complejidad musical.
No todo lo que escuchamos suena o es similar una a otra melodía. Hay músicas compuestas alrededor de una letra que intente hacer reflexionar acerca de un tema en particular, otras tienen su fuerza en pentagramas donde cualquier músico que los pueda leer e interpretar capte el mensaje del compositor y lo quiera emular en sus composiciones.
Nuevas fronteras
La inteligencia es la capacidad de entender o comprender y la capacidad de resolver problemas.Y es solo uno de los muchos factores que influyen en nuestras elecciones musicales, y las preferencias pueden variar enormemente en función de aspectos e influencias culturales, emocionales y sociales. Uno puede tener mayor o mejor capacidad de entender más rápido y resolver algo complejo para el colectivo donde y cuando sea no solo si está bien entrenado para eso sino también si acompaña su maniobra con melodías o sonidos que sirvan para usar adecuadamente nuestra inteligencia. una que no solo la pueden ejercer o utilizar un grupo selecto de seres humanos en el mundo.
Todos podemos reflexionar, meditar, pensar similar a todos, quizá no podamos concluir o maniobrar igual al colectivo. Más el reflexionar lo que sea está abierto a quien desee hacerlo, es importante tener en cuenta lo sgte con relación a la música para que nuestra inteligencia funcione adecuadamente;
El escuchar música clásica: Estimulamos las neuronas que producen dopamina, lo que mejora la función cognitiva del cerebro. También puede ayudar a relajarse, mejorar la concentración y fortalecer la memoria. Aunque resulte difícil creer, las personas que escuchan rock según un estudio de las universidades de Warwick y Birmingham reveló que las personas que disfrutan de este género musical tendrían un coeficiente intelectual más alto. Por otro lado se encuentra el género de música instrumental; un estudio reveló que los estudiantes que obtuvieron puntajes más altos en pruebas de inteligencia preferían géneros de música sin letras, como la música electrónica instrumental.
Oportunidades
Es sano mantener nuestros sentidos despiertos no solo para entretenernos sino en lo posible para lograr aprehender información o conocimientos que afinen nuestra inteligencia acerca de algo en particular, para lograr una afinación que sirva solo para rendir bien cualquier examen, responder con propiedad un cuestionamiento, sino para trabajar y emplear nuestras habilidades y capacidades convenientemente para lo que hayan sido asignadas o para lo que busquemos alcanzar.
No es raro que la IA (inteligencia artificial) nos sorprenda cada día más por lograr hacer quizá hasta mejor que nosotros tareas que pensábamos estaban limitadas a ser hechas por personas cómo usted y yo.
Ahora esta tecnología ya se encuentra categorizando a personas inteligentes y no tanto por lo que escuchemos. Dentro de poco tendríamos una clasificación de inteligentes por lo que veamos en nuestras pantallas. Así el algoritmo que nos sirve para algo específico conocerá más y mejor al usuario de la pantalla que usamos para diseñar, redactar, editar o escuchar la música que nos acompañe para lo que sea.
