Siete escáneres de tomografía computarizada (CT) de última generación proporcionan una imagen en 3-D de un equipaje que se puede ver y rotar en tres ejes para un análisis de imagen visual completo por parte de oficiales de la Administración de Seguridad del Transporte (TSA). Si un equipaje requiere una revisión adicional, los oficiales de la TSA lo inspeccionarán para asegurarse de que no haya un artículo prohibido dentro…
Este esquema de control está en funciones en Miami desde 2019 y a él deben someterse los viajeros que llegan a dicho hub aeroportuario. Que sepamos, ninguno de los miles de paraguayos que hicieron entrada a EE.UU. por Miami mencionaron conceptos tales como abuso de autoridad, estigmatización, humillación, violación de las libertades íntimas…
Por aquí, sin embargo, estos calificativos cayeron de inmediato sobre padres que eligen la revisión de mochilas a estudiantes de primaria y secundaria, para asegurar que los chicos no llevan arma alguna, cuchillo o revolver, tal como pasa en algunas escuelas.
¿Está bien revisar a viajeros en un aeropuerto pero mal hacer lo mismo con niños en edad escolar? ¿Qué cambia entre ambos casos si la hipótesis es la misma, la posibilidad de que alguien salga herido o muerto?
La ministra de la Niñez se tira audazmente a la pileta diciendo que si se insiste en la idea, vamos a tener un estado policíaco en el que se va a pasar revisando qué es lo que se tiene. Propone, a cambio, ampliar el debate.
¿Debatir, señora ministra? ¿Qué hay que debatir, si llevar un puñal o un revólver a la escuela está bien o mal? Y mientras debatimos, ¿quién nos asegura que no se repetirá otro episodio como el de la directora acuchillada? ¿Usted va a dar esa garantía? ¿Usted va a responder por la vida de cada uno de los 70.000 maestros y 1.500.000 estudiantes? Y directores, por supuesto.
Responda esta pregunta: ¿La escuela, es o no una prolongación del hogar, tal como está definido hace ya tiempo? Que un celador o un funcionario de la escuela inspeccione los bultos personales de los estudiantes no puede ser estigmatizante o violatorio de libertades intimas porque entonces, el mismo calificativo se le podría achacar a los padres. Y si hay hogares que fallan en ese menester, ¿no es prudente que la escuela remedie ese hueco?
Un control rutinario no debe causar efecto alguno en un niño o un adolescente capaz de entender la naturaleza de tales procedimientos y las causas que los provocan. Los niños necesitan normas y límites, y cuando no los tienen, están muy perdidos, no saben qué es lo que tienen que hacer, qué se espera de ellos y tampoco saben qué camino deben elegir (Queremos hijos felices — S.Alava — J.J.Editores, Barcelona, 2020).
Y este es apenas el abc de la misión parental. Así que, señores burócratas, dejen de hacer ingeniería social y sintonicen lo que pasa. Hay vidas en riesgo.
O cómo piensan explicar la próxima agresión en una escuela.
Y, Dios nos asista, otra muerte.
