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Haití, una isla incomunicada

El dedicarse al periodismo trae buenas y malas cosas con la experiencia. Desafortunadamente es en Haití donde lo bueno del hacer comunicación no se destaca especialmente en una Nación fallida en la que vive el primer país independiente de Francia en esta parte del mundo ahora  este país el que se ha vuelto hasta mortal para periodistas. 

Desde que su presidente fue asesinado en julio de 2021, la nación isleña ha caído en una espiral de violencia con los periodistas en la línea de fuego.El mandatario murió mientras dormía en su domicilio por los disparos de unos asaltantes que no han sido completamente identificados. El mandatario  se llamaba Jovenel Moïse y falleció el 7 de julio del año pasado a los 53 años.

Ahora un medio de comunicación inglés se hace eco de un obstáculo para el dedicarse a la comunicación que representa la violencia. El asumir la responsabilidad de ser periodista conlleva un serio compromiso de utilizar bien la palabra o herramienta que sirva para hacer común un hecho o acontecimiento de interés público.

Esta isla de 27.560 kilómetros cuadrados tiene una población de 11 millones de personas, integrada en su mayoría por jóvenes que concentran su energía en amenazar, generar miedo y problemas para la población que intenta sobrevivir sus días en este lugar. 

Grupos de delincuentes van tomando control de este lugar y lleva a comunicadores a arriesgar sus vidas por el simple y noble oficio de comunicar lo que se desarrolla en este islote.

Espacio geográfico donde los problemas no son solo de origen delincuencial sino que la policía también  tiene protagonismo en la historia por haber arrestado al periodista francés Roberto Dimanche. Los periodistas exigieron la libertad del reportero de radio que

había sido encarcelado por cubrir una protesta antes de ser detenido y golpeado.

Es cierto que en el tiempo van naciendo nuevos canales, formatos y hasta vocabulario para hacer común algo que suceda sin embargo en un país inviable como Haití nadie tiene garantías de nada y menos los periodistas.

Otro hecho que el medio inglés expone dice que la policía se dispuso a dispersar a la multitud de periodistas que protestaban, uno de ellos, el periodista haitiano  Romelo Vilsaint quien recibió un disparo fatal en la cabeza y cayó al piso de concreto.

Acontecimientos cómo los descritos más arriba lo que debe llamar la atención de los agentes de seguridad de cada país en el mundo y también a  profesionales de la comunicación que  arriesgan sus vidas en favor la libertad de expresión y de prensa.

Periodismo bajo riesgo de muerte

La comunicación es una oportunidad para expandir y hacer llegar más lejos que lo habitual mensajes que deben estar construidos con la verdad y sobre todo el respeto que merece el público lector, audiencia o televidentes que son los que sostienen al medio de comunicación. Que no es el logotipo, nombre, ubicación, cantidad de recursos humanos o técnicos que tiene sino la calidad de comunicadores que hablen, se expongan  o escriban en el mismo pero esa valentía tiene que tener el sustento social y la protección del Estado al ejercicio del periodismo que no pasa en Haití y en muchos otros paìses.

Aunque vayan desapareciendo algunos formatos de medio de comunicación, el hábito humano, natural y orgánico de comunicar no terminará nunca cómo el respirar, ver o

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