El Estado está conformado por los poderes ejecutivo, judicial y parlamentario, que tienen a sus protagonistas que son el presidente, ministros, jueces y parlamentarios, que son personas preparadas con experiencia y lo que demande su función para que justifique su presencia. Pueden ser personas que hayan trabajado o estudiado para el puesto que aspira o ser uno que no tenga preparación y solo improvise lo que sea en el trabajo que será reconocido con la contribución del ciudadano.
Hace poco un nuevo primer ministro de Haití fue nombrado pero poderosas pandillas exigen un asiento en la mesa. Crealo o no hasta ese punto han llegado algunas democracias en el mundo, de dar espacio u oportunidades de control o poder a criminales.
El recién instalado consejo de transición de Haití eligió a un ex ministro de deportes poco conocido como primer ministro del país, mientras avanza en su monumental tarea de tratar de establecer un nuevo gobierno estable en medio de una violencia furiosa y desastrosa.
El drama que viven las víctimas colaterales de la lucha entre la policía y las pandillas en Haití son enormes. Las comisarías de policía en Puerto Príncipe se han convertido en el objetivo principal de las pandillas en Haití . Es una estrategia que les permite asediar a la comunidad circundante de forma mucho más fácil.
Graves retrocesos
Esta realidad me lleva a compartir una reflexión en relación a nuestras democracias, según Andrés Malamud: «América Latina está viviendo la trampa de las democracias mediocres», que logran estos episodios en la historia sociopolítica de nuestra región.
El país del Caribe se ha sumido en el desorden y la violencia, con bandas que controlan el acceso al principal aeropuerto y han tomado el mando de muchas zonas de Puerto Príncipe, su capital con una población de 11,58 millones de personas y un PIB de 20.25 billones USD. La principal actividad económica de Haití es el comercio, y sus principales exportaciones son los textiles y las prendas de vestir.
Ahora, si este país llega a tener miembros de pandillas “funcionando” en su estado, este debe prepararse para tener a personas que vayan dejando de lado lucir de etiqueta o elegantes sino al estilo pandillero que sabemos bien no poseen un modo elegante de comportarse o lucir. Haiti claramente podría definirse como un Estado fallido a pesar de haber sido el primer país en declarar su independencia de Francia.