El último martes 15 de diciembre, se desarrolló en la Cámara de Diputados, la interpelación a la Ministra de la Niñez y la Adolescencia (MINNA) por no haber asistido a una audiencia pública, para explicar los alcances del Plan de Niñez 2020-2024.
Aún no es tarde para reiterar, que las investigaciones que realicé ante la Secretaría General del MINNA, en búsqueda de la invitación, resultaron infructuosas, porque nunca llegó – sería interesante conocer la copia de Diputados- y por ende quien asistió a dicha audiencia fue el viceministro, en reemplazo de la Ministra, con agenda completa.
Durante 7 horas, se desarrolló el tribunal inquisitorio, y no entraré en el detalle de las 35 preguntas, porque muchos medios de comunicación han dado cuenta del tenor de las mismas y me ocuparé de la intencionalidad evidente, de una operación política, para lograr el desalojo de Teresa Martinez.
Hace un mes, se desató una abierta campaña frente al Plan de Niñez y la Ministra. Diría más contra la ministra que contra el Plan de Niñez, dado que, en Vicepresidencia, se acordó volver a fojas cero, elaborar un nuevo plan y, no obstante, se siguió pidiendo la cabeza de Martinez.
En una entrevista escrita, la Ministra declaró, luego de haberse desechado el Plan: “Es sumamente peligroso, por eso es que queremos bajar los niveles de violencia, el lenguaje violento en la discusión. Considero que vamos a salir ganando todos si podemos sentarnos en torno a este proceso y debatir correctamente.” …. “Acá hay una gran responsabilidad de todas las iglesias. Las iglesias deben bajar el nivel de violencia en los debates de sus feligreses —sean católicos, sean evangélicos, sean de donde sean— para que podamos sentarnos a trabajar todos juntos.” Tampoco fue suficiente, para calmar las aguas, ni hacer entrar en razón a los más intolerantes.
El diputado Raúl Latorre, logró la firma de todas las bancadas de la Honorable Cámara de Diputados, algunos de buena fe, otros con clara intencionalidad destituyente, lo cierto es que quedará registrado para la historia de ese cuerpo, la altura, dignidad y claridad de la interpelada, por un conjunto de parlamentarios donde a juzgar por el trámite y la opinión de propios y extraños, han ido mucho más allá, de la caracterizada como Cámara de la Vergüenza. Muchos prefirieron guardar silencio o retirarse de apuro, frente a la goleada del MINNA, que se veía venir desde un principio. Otros los mas obcecados pasaron a formar parte de un selecto grupo tanto por sus preguntas, repreguntas, desconocimiento e interrupciones. Son los Honorables Diputados Parvularios. (HDP).
Párvulo: “conjunto de niños que reciben educación preescolar. Y el diccionario abunda en sinónimos tales como: ingenuo, cándido, inocente, sencillo. El antónimo, señala maduro, experimentado. Dos elementos que brillaron por su ausencia y obligaron a la Ministra a responder la misma pregunta, varias veces por falta de lectura previa, capacidad de comprensión o bien negación de las evidencias expuestas, en una brillante exposición académica y pedagógica, sin dejar una sola de las 35 preguntas.
El propio Diputado Hugo Ramírez halagó la capacidad de respuestas de la ministra y pidió disculpas en nombre de los hombres «que se toman personal el tema»; (en referencia a Raúl Latorre). Más allá de su buena voluntad, no estuvo muy afortunado al agregar: “No estamos acostumbrados a las mujeres tan inteligentes” al momento de felicitar a la ministra por la clase magistral de políticas públicas de la niñez y adolescencia.” Sin embargo, aún no hay estudio científico de las capacidades disminuidas de las mujeres, frente a los varones. Por esta herejía, Ramirez fue democráticamente excluido, en forma inmediata del sector cartista. En forma tardía la Declaración de la ANR, ratificó, que desde hace 133 años es un estandarte para la protección y el
fortalecimiento de nuestro acervo espiritual y cultural, ante ideologías perversas y claramente antinaturales”.
Como si la batería de argumentos y la paliza intelectual, que recibieron los diputados parvularios no fuera suficiente, la interpelada se tomó el tiempo para recordarles el plan nacional de desarrollo 2030. Cabe recordar que “el ex presidente Horacio Cartes, así como la política de salud sexual y reproductiva fue firmada por el mismo, donde se establece el termino igualdad de género como sinónimo de igualdad entre el hombre y la mujer”, señaló Martinez sin perder la calma.
En un determinado momento, los parvularios, tomaron conciencia, de saber bastante poco del honorable lugar que ocupan como representantes del pueblo paraguayo. Pareciera que recién allí y por señalamiento de la Ministra, cayeron en la cuenta de la existencia de comisiones permanentes de diputados de Equidad y Género y otras, las cuales no aportaron una idea, para elevar el nivel del debate o sacar a los parvularios de su ignorancia.
Nadie puede estar orgulloso de este patético espectáculo. Ya no es solo la cámara de la Vergüenza. Es la vergüenza misma, que nos atraviesa por haber elegido tamaños representantes. Ha llegado el momento de hablar, de cambiar las cosas e ir a pautas positivas de crianzas. La niñez del Paraguay, merece una legislación moderna y adecuada, para construir ciudadanía de bien, que no se logran en ninguna sociedad, repitiendo las consignas de hace 133 años, en pleno Siglo XXI.