Si algo falta para completar el cuadro de preocupaciones y dificultades, que vienen sorteando el Gobierno un poco a los tumbos y echando mano siempre a su deteriorado caudal político, el último obstáculo, ocurrió en el distrito de Yby Yaú, Departamento de Concepción.
Ríos de tinta corren por estos días y solo algunos pocos se han negado a poner una línea sobre los insurgentes dormidos, que reaparecieron como por arte de magia.
Salvando las distancias, “hace cuarenta años el soldado japonés Shoichi Yokoi de 57 años, fue encontrado en las selvas de Guam, después de sobrevivir durante tres décadas tras el término de la Segunda Guerra Mundial”. No se había enterado y seguía escondido o “combatiendo”. Las apariciones espasmódicas de los “autodenominados revolucionarios del pueblo”, también parecen haberse quedado detenidos en el tiempo.
Cualquiera que haya investigado un poco nada más sobre los movimientos guerrilleros en América Latina y Caribe en las últimas décadas, podrá observar que los mismos surgen casi paralelamente con diferentes tipos de gobiernos militares y que se fueron desactivando en la medida que esos países recuperaban el estado de derecho.
También en esos textos aparece como dato central, si ese país se encontraba en una fase revolucionaria, donde el pueblo se aprestaba a tomar por asalto al poder o bien en una pre-revolucionaria, donde recién se estaban dando procesos de organización social, sindical y política. En Paraguay, no ha existido ni una ni la otra, aún en los 35 años de gobierno militar.
Otro elemento que suelen aparecer en los “misteriosos manuales” capturados, que aún no se dan a conocer, es el estado de desarrollo económico del país. Obviamente cuando NO nos encontramos frente a un “Estado Moderno “, que no termina de nacer (ver índices de concentración de la tierra y pequeña carga tributaria) y actitudes autoritarias que no terminan de morir (precaria institucionalidad), vemos que aún estamos muy lejos de configurar los tipos de escenarios propuestos y que no condicen con la realidad del país “de los combatientes”.
