Es habitual que en el congreso existan dilemas que luego se hacen público a través de los medios de comunicación que pueden mostrarse a favor o en contra de lo sucedido en nuestro parlamento. Uno que esta semana para algunas interpretaciones cayó en el error de convertirse en una dictadura parlamentaria y digo error porque la formulación del poder legislativo desde 1992 en adelante era para asegurar el funcionamiento del sistema que empezábamos tres años atrás. Ahora con la pérdida de investidura de Kattya Gonzalez se ha visto un grave quiebre del Estado de derecho porque el senado no respetó las formas, procedimientos ni su propio reglamento que pedía 30 votos y no 23 como fueron finalmente los que dejaron sin curul a la legisladora electa por mas de 100 mil votos.
Necesitamos un Estado de derecho que funcione. Si lográramos integrar o integrarnos todos en las formas con que se llevan o pretenden canalizar las cosas en el Estado tendríamos una República que no pertenezca a los ciudadanos y no a las “autoridades” de turno. Por ese motivo debemos tener cuidado a quienes permitimos entrar al congreso para legislar para nuestro bien y no para fines particulares. Los electores se equivocaron con los 4 liberales y 3 integrantes del partido de Paraguayo Cubas. Han sido una decepción a los mandatos que recibieron para ser oposición.
Nos llamó la atención ciudadana la decisión de unos parlamentarios de suspender a una senadora de sus funciones expulsándola del congreso y los jóvenes ya salieron a las calles ante la dictadura en ciernes que ese hecho generó entre ellos y entre todos.
Entre algunos títulos se destaca que “con solo 23 votos cartistas y aliados destituyen a kattya por sus críticas”.
En su discurso de despedida la opositora acusó a Horacio Cartes de ser el “príncipe narco” y al presidente Santiago Peña de consolidar el crimen organizado con planes de instalar “la dictadura del patrón”.
Recuperar la indignidad
La senadora resaltó por ser la piedra en el zapato del poder ejecutivo y de algunos parlamentarios por sus críticas punzantes y objetivas a quienes se encuentran en el otro bando de sus líneas de pensamiento y operación.
Kattya Gonzalez estuvo en el cargo solo 7 meses desde que el poder legislativo fue renovado. Lo acontecido constituye un alevoso atropello a la democracia y un ataque a la oposición así cómo el inicio de un plan direccionado a instalar una dictadura con el sello de la mafia y el crimen organizado
La suspensión de la legisladora llevó a que esta tome la decisión de hacer una huelga de hambre para protestar por lo sufrido en el agitado parlamento paraguayo. Un lugar de donde esperamos se dé el uso de la palabra para legislar a favor del ciudadano y no se convierta en un circo o parque de atracciones para entretener al que busque sorprenderse, reír o pasar un tiempo lúdico en y con la cosa pública.
En las inmediaciones del parlamento, ciudadanos autoconvocados se movilizaron contra la resolución con carteles que decían; “¡Dictadura nunca más!” en el año que paraguay celebra 35 años de democracia dejando atrás 35 años de negra dictadura stronista. Se ha puesto complicada la cosa en la democracia.
Ahora ya en democracia debemos tener el coraje defender a quienes nos aseguren un presente y futuro confiable en un país que no le conviene estar controlado por dictaduras que por relatos y registros textuales, fotográficos y audiovisuales sabemos no es el mejor rumbo por la eliminación de la libertad que hoy nos asegura manifestarnos y consumir ideas sin ser censurados, estar bajo control o con miedo de hacer lo que la democracia nos asegura por ser el régimen que da poder al pueblo, poblador o ciudadano paraguayo o toda persona en cualquier país democratico.
