Teniendo como fin el objetivo de reordenar la gestión de las finanzas públicas, el Poder Ejecutivo presentó recientemente el Proyecto de Ley “Por el cual se establecen medidas extraordinarias de gestión para las finanzas públicas”, que modificaría el tope de déficit fiscal a 4,1% del PIB en el Presupuesto General de la Nación (PGN) del corriente año.
Esta medida, según señalaron, se llevaría a cabo para saldar los compromisos pendientes que fueron asumidos con los proveedores del Estado, principalmente con el segmento de las constructoras y las farmacéuticas, a modo de poder potenciar la reactivación.
En el proyecto, se propone asumir deudas por US$ 600 millones a través de emisión de bonos y préstamos con organismos financieros internacionales, multilaterales, y bilaterales. No obstante, varios referentes manifiestan que este no es el mejor camino a seguir para poder reencausar el orden en las finanzas públicas del país, lo que podría incluso impactar de manera negativa en el déficit actual.
De igual manera, acotaron que se pretende aumentar los ingresos con ajustes de los recursos de royalties y fondos de cargos vacantes. Así también, el proyecto de Ley propone que hasta final de año las instituciones públicas, exceptuando a las Municipalidades y Gobernaciones, sean agentes retentores del Impuesto a la Renta Empresarial (IRE), Régimen General y del Simple, en un monto equivalente al 4% de la venta total.