A las 14:00 del miércoles era entregado Jorge Samudio “Samura” a su equipo delictivo (Comando Vermelho).
La suspensión de su audiencia en la capital, la no aclaración de que se trataba de un reo peligroso en la solicitud de su traslado y los sospechosos bienes de valor encontrados en el domicilio de uno de los guardias cárceles dejan al descubierto claramente que el hecho delictivo fue impulsado por las mismas autoridades que deben evitarla.
La ciudadanía se siente impotente ya que las mismas instituciones que deben protegerla, jugaron en la vereda de enfrente al ayudar en la fuga de un peligroso narcotraficante y en concretar el daño colateral que fue la muerte de un comisario de la policía.
Miguel López Perito, exsenador nacional menciona que la inseguridad no se solucionará con hechos aislados como el cambio del Comandante de Policía, del ministro del Interior o con la salida de un Presidente. Esto debido a que la inseguridad tiene motivos múltiples y muy complejos.
Para frenar la inseguridad de debe romper la enorme desigualdad que existe. Cuando mejore la situación de los enfermos, de los reclusos de los diversas penitenciarias, de las personas que viven en los bañados, de los indígenas que están tirados en el microcentro sin lugar donde vivir, de los campesinos atropellados en su derecho y dignidad por brasileros en el campo por contar algunos de los casos, ahí podremos decir que la inseguridad empezará a disminuir.
Pero la barrera es que este Gobierno nunca podrá frenar a la inseguridad porque no manda en el país. Y nos referimos primero a que jefes de grupos criminales se manejan libremente en las fronteras. Los brasiguayos violan abiertamente leyes ambientales a su merced. Y el Gobierno central está divido en dos, por una parte Abdo Benítez y por otra Horacio Cartes, expresidente.
Por eso es imposible que el Gobierno pueda hacer frente a este tsunami de hechos delictivos. Parece irrisorio que con el cambio de un comandante se trate de mejorar las cosas.
Lo primero que se debe hacer el presidente es dejar de estar sujeto al rival partidario. Someterse sí es necesario a un Juicio Político. Sí sale sin culpas hacer frente a los políticos cómplices de grupos criminales de la frontera. Hacer políticas públicas que graben de manera justa la exportación agroindustrial.
De manera que los brasiguayos presentes (o los representantes de los grandes empresarios brasileros) sí no vuelven a su país por lo menos reditúan económicamente de buena manera por los daños ambientales incalculables que están cometiendo.
Cuándo la situación económica mejore gracias a estas medidas, trabajar en los sectores más vulnerables. Es un proceso de 10, 15 o 20 años pero estas serían las únicas acciones que podrían ser el principio de fin de la inseguridad.
Policía carece de descanso y personal
El Instituto por la Economía y la Paz en junio de este año publicaba un informe donde se citaba a nuestro país como uno de los más violentos de la región.
Específicamente ocupaba el puesto 7 de 35 países. El dato se refiere a la cantidad de 7,78 víctimas por cada 100.000 habitantes durante el año pasado.
Carlos Aguilera, comisario del Departamento Central mencionó que solo poseen el 40% del total de oficiales que necesitan para cubrir a la población. Es decir, solo cuentan con 24.000 oficiales y se necesitan 60.000.
Esta falta de oficiales se da más porque los postulantes no aprueban los exámenes. Ya que en el 2019 de 9000 postulantes, 6000 quedaron eliminados por no pasar el test psicotécnico. Luego de los otros exámenes, solo quedaron 497 egresados.
Falta de descanso
Otro de los inconvenientes de la policía es la falta del correcto descanso. Ya que ante la falta de personal, es imposible que sus guardias solo sean de 8 horas como es lo ideal.
De esta manera, las guardias son de 24 horas intercalados. Y los descansos completos de fines de semana solo cada 15 días.
Sobre el sueldo y las armas, el entrevistado mencionó que el salario es equitativo de acuerdo al grado de antigüedad y escalafón. Y que las armas son proveídas por el Estado, aunque en muchas ocasiones, los mismos oficiales deben adquirirlas.
Enfrentamientos con grupos armados
Aguilera mencionó que el enfrentamiento contra grupos comando como el PCC y el Comando Vermelho son algo rutinario para la policía. Es decir, que están entrenados para enfrentar a estos grupos delictivos. Aunque advirtió que una situación sí les cuesta hacer su trabajo.
“Nos entrenan para hacer esas operaciones. No es nada fuera de lo común para nosotros. Lo que sí nos duele son los desalojos. Quitar los hogares a la gente es lo que más nos cuesta realizar”, mencionó.
3000 Nuevos policías se estima sean incorporados para fines del 2020.
24.000 Agentes policiales cuenta actualmente nuestro país. Se necesita 60.000.
9000 Postulantes cada año desean ingresar. Pero solo 500 en promedio superan cada año las pruebas.