viernes, noviembre 22, 2024
22.9 C
Asunción

Gobierno (in) constitucional

Por Griselda Yúdice

¿Un nuevo contrato social? ¿Llamar a una constituyente? ¿Nos conviene una reforma con las personas que se encuentran enquistadas en el poder hoy?
La actual Constitución Nacional no es el contrato social de mis sueños, muchos artículos podrían ser mejorados, claro que sí, pero considero que un avance sería empezar a cumplirla, antes de hablar de una nueva.
Los sucesivos gobiernos desde 1992 incumplieron nuestra Constitución. La claque privilegiada y sus grandes «ñembo» constitucionalistas solo se preocupan por practicarla en lo que respecta a la protección de la propiedad privada y garantizar el lucro de sus amigos empresarios, mientras los derechos sociales son especialmente relegados.
Incluso en un verdadero Estado de Derecho, con la Constitución Nacional como norte, las políticas del actual Gobierno serían inconstitucionales. Los mandatos de igualdad ante la ley, no discriminación, no tortura, no arrestos arbitrarios son letra muerta en la práctica.
Jamás se han puesto en práctica los principios sociales de trabajo digno, acceso a la vivienda, educación y salud pública, gratuita y de calidad, igualdad entre hombres y mujeres, especial protección a la familia, adultos mayores, niños, niñas y adolescentes. Las comunidades indígenas y campesinas sobreviven en total abandono o víctimas de expulsión por el agronegocio.
Todos los días conocemos casos flagrantes de violación del derecho a organizarse en sindicatos, y a manifestarse. Nuestra soberanía territorial y energética es entregada al mejor postor, las autoridades de turno no la defienden, la entrega en bandeja a sus aliados empresarios.
La actual claque privilegiada engaña, es corrupta, evade impuestos, explota y precariza, incluso usa la justicia como garrote contra sus adversarios políticos. Con estas personas en el poder es bastante peligroso abrir las posibilidades de una Reforma Constitucional y del Estado.
Construyamos una mayoría que primero pelee por el cumplimiento de nuestro actual contrato social. Por supuesto que muchos cambios son necesarios pero con el acceso a más derechos, los trabajadores y las trabajadoras podremos mejorar nuestras posibilidades de organizarnos y luchar por una vida digna, y ese es el camino que debemos tomar.
No somos todos y todas iguales, están ellos que nos someten hace décadas a esta vida de infortunios, y estamos nosotros y nosotras que tenemos el deber de pelear por los cambios, empezando por cambiar a las personas que usurpan y copan los espacios de poder, esos espacios son nuestros, de los trabajadores y las trabajadoras.

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.

Más del autor

Crisis en las relaciones

Un bromance con limitaciones

México se prueba a fondo

Vuelan sucursal de Bancop en Naranjal