Justamente en esta semana que se conmemora el día Internacional de la Mujer, me resulta más que oportuno hablar del caso del Gobernador por el partido Demócrata del Estado de Nueva York Andrew Cuomo quien desde hace un par de semanas está involucrado en un enorme escándalo sexual. Sin embargo, la prensa progresista dominante en EEUU, giró su artillería contra el Senador republicano Ted Cruz por haberse ido a Cancún con su familia durante la nevada en Texas.
Terminada la nieve ya no fue posible tratar de frenar la avalancha contra el Gobernador Cuomo, dado que ya no se trató de una sino de tres denuncias de acoso sexual, dos de ellas realizadas por ex trabajadoras de su despacho que lo acusaron públicamente de ataque sexual.
Grosso modo, ¿qué ocurrió?, según la versión de las denunciantes una de ellas manifestó que Cuomo le preguntó ¿si deseaba jugar cartas e irse quitando la ropa o desnudando? y a la otra le preguntó ¿si le interesaba tener relaciones sexuales con un hombre mayor de edad? entiéndase que el Gobernador es un sexagenario y la joven apenas tiene 25 años. En tanto la tercera, afirmó que Cuomo le tocó inapropiadamente.
Siendo supremamente estrictos, ciertamente no hubo una violación, no hubo ni tan siquiera un beso, básicamente todo fue verbal y en honor a la verdad no constituye ningún crimen que entre dos personas adultas se pregunten sobre sus preferencias o intereses sexuales.
Ahora bien, ¿dónde estriba el acoso o el ataque sexual en este caso? En que para el momento que Cuomo se dirige a estas mujeres, dos de ellas eran funcionarias a su cargo, es decir, eran trabajadoras subordinadas a Andrew Cuomo, por lo que su estabilidad laboral y concretamente su salario dependía de Cuomo. Es en ese marco del relacionamiento y subordinación laboral, que este tipo de lenguaje resulta inapropiado y constituye un abierto acoso sexual para las mujeres.
Desnudado Cuomo, uno de los Gobernadores más críticos del expresidente Donald Trump, ahora está en ojo del huracán de la política estadounidense, pues, ya varios colegas gobernadores han pedido su renuncia, el Senado de Nueva York también pidió que dimita a su cargo, pedido al que se han sumado algunos los medios conservadores e incluso miembros del propio partido demócrata ya se han plegado a este pedido.
Andrew Cuomo, quien hasta hace un par de meses atrás lucía como un potencial candidato presidencial e incluso futuro compañero de la actual Vice-Presidente Kamala Harris tras el término del mandado de Biden, con este escándalo no sólo su popularidad se ha erosionado significativamente, sino que su propia carrera política parece que terminará por la puerta pequeña. Una gran lección en la lucha contra el abuso sexual de la mujer por parte de figuras del poder.