
José González, gerente de Distribución de la ANDE, informó que un total de 64 alimentadores quedaron fuera de servicio tras el violento temporal que afectó al país el domingo, dejando sin energía a unos 50.000 usuarios. Ante la magnitud de los daños, la estatal activó el código rojo en la región metropolitana y en el Departamento Central para acelerar las tareas de restitución.
González explicó a la radio Monumental 1080 AM que, gracias al despliegue de cuadrillas en distintos puntos críticos, para las 19:30 del domingo ya se había logrado normalizar el 75% del suministro, y que en la mañana de este lunes la recuperación llegaba al 90%. Sin embargo, aún permanecen con fallas parciales 10 alimentadores en áreas donde cayeron árboles frondosos o postes, como Laurelty en Luque, el centro de Ypacaraí, Bruno Guggiari y 21 Proyectadas en Asunción, además de zonas de Ñemby, San Lorenzo, Limpio y Surubi’i.
El gerente describió como “tremenda” la velocidad del viento, que en varios puntos vino acompañada de granizos, generando daños significativos en la red de distribución. La caída de árboles sobre los tendidos eléctricos fue la principal causa de los cortes.
González también recordó que, ante tormentas fuertes, es recomendable desenchufar los electrodomésticos, especialmente cuando las instalaciones domésticas son precarias o no cuentan con un sistema adecuado de puesta a tierra. Los rayos pueden producir sobretensiones capaces de dañar equipos eléctricos, ya que “el impacto directo en las redes afecta la baja tensión y termina entrando a los domicilios”, advirtió.
La ANDE estima que el servicio podría quedar completamente restablecido en el transcurso del día.
Periodista Senior