Bloomberg
El panorama económico de Francia se está deteriorando a medida que las restricciones en un segundo bloqueo a nivel nacional dañaron la actividad y un aumento en los casos de Covid-19 plantea la posibilidad de una intensificación de la crisis.
Los próximos días serán cruciales para determinar si las medidas del presidente Emmanuel Macron son suficientes para detener la propagación del virus y aliviar la presión sobre los hospitales. Hasta ahora, hay pocas señales de respiro con un número récord de nuevos casos en los últimos días y unidades de cuidados intensivos que se acercan a su capacidad debido a pacientes gravemente enfermos.
El gobierno ya se está preparando para recortar su pronóstico de un repunte del 8% en la producción económica el próximo año, manifestó el ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, en una entrevista con el periódico dominical Journal Du Dimanche. La gravedad de la revisión de las perspectivas puede depender de si las autoridades deciden relajar o endurecer las restricciones que deben revisar el jueves.
«Nos estamos movilizando ahora para mantener el bloqueo durante el período más breve posible», afirmó el portavoz del gobierno Gabriel Attal. «Claramente, no queremos una videoconferencia de Navidad».
Francia se perfila como el epicentro del último brote de Covid-19 en Europa. El sábado, las autoridades de salud dijeron que el país cruzó el umbral de 40.000 muertes y agregó casi 87.000 casos nuevos, ya que representaron varios días de subnotificación. Los pacientes enfermos con el virus llenaron el 87,2% de la capacidad de cuidados intensivos, un aumento del 85,4% del viernes.
SEGUNDA OLA
«La segunda ola ha llegado aquí de manera brutal, violenta», señaló el primer ministro Jean Castex en Twitter mientras visitaba un hospital en Saint-Etienne, una de las zonas más afectadas. Instó a los franceses a respetar las nuevas restricciones y limitar sus contactos sociales.
Puede que sea necesario un tiempo para ver si las nuevas medidas están funcionando. En la primavera, las restricciones solo comenzaron a tener un impacto en la situación de salud después de 18 días, expresó Attal.
El gobierno cuenta con restricciones menos severas que permitan que la economía continúe funcionando en alrededor del 85% de los niveles previos a la crisis, en lugar de tan solo el 70% en marzo. Los ministros también señalan un fuerte repunte en la creación de empleo y el crecimiento económico cuando se levantaron las restricciones durante el verano como motivo de optimismo.
“La crisis es particularmente violenta y brutal para un cierto número de sectores, y será duradera. Pero la capacidad de resistencia de la economía francesa es excepcional”, finalizó Le Maire.
