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Fito Páez, de amores y fracasos

La leyenda o personaje argentino se llama Fito Paez, y  su vida en serie en Netflix  se titula “El amor después del amor” y fue dirigida por Felipe Gomez Aparicio y Gonzalo Tobal mostrando  la vida del cantautor sexagenario que tiene una obra musical que está compuesta por 27 álbumes de estudio, 1 maxi sencillo, 4 álbumes en directo, 3 DVD y es del tiempo en los que registraban música y audio en discos de vinilo, cassettes. Un excelente recuento de una vida signada por el amor y su búsqueda.

Lo se utilizó alguna vez ayer para patentar trabajos sonoros que Paez tuvo se destacan en la serie  y tiene el talento orgánico para ensamblar con melodías y palabras éxitos musicales que una vez grabados tienen el poder de trascender su tiempo y plataforma de reproducción, es así que Spotify, el nuevo canal usado por los melómanos  registra que el rosarino tiene un promedio de 3.8 millones de oyentes por mes.

 

Varias canciones cómo: “mariposa tecnicolor” (1994), 11 y 6 (1985), “el amor después del amor” (1992) o “yo vengo a ofrecer mi corazón” (1985)   se encuentran en nuestra  memoria o la de por lo menos dos generaciones. Se destaca en la serie el proceso de creación de sus grandes hits.

Una vida difícil y complicada

Una de las vidas más complejas de un músico argentino atrapado por las drogas que pierde a su abuela en un asalto que esta sufre en el mismo hogar en el que se cría Fito en la ciudad de Rosario son aspectos destacados de un talentoso que hereda de su madre la genética de pianista. Las historias tienen mucho de Rosario y su hogar donde es criado por su abuela, tía y su padre viudo quien era un melómano.

Paez tiene tres premios Grammy Latinos a que aspiraba al imponerse en el rubro Mejor disco de pop-rock por Los años salvajes y en los apartados de canciones de rock.

Esta serie con una duración de entre 36 y 46 minutos es una buena opción para ser vista en la temporada otoño-invierno con un mate en compañía de los que gustan de la música hecha con sentido, amor y razón. Trabajos que no solo sirvan para mover el cuerpo y que no digan nada sino producciones que exijan una buena atención para poder digerir bien lo que las melodías y palabras quieran comunicar .

Paez estuvo hace pocos días en nuestro país, en su tour “El Amor, 30 años Después del Amor” arropado por muchos de sus seguidores.

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