Esta es una semana de malestar social en las calles y rutas. Están los fleteros cerrando rutas, vienen los campesinos, amenazan los maestros, los indígenas están en camino, los jubilados del IPS igual. Todos cargan sobre un gobierno que no logra entender la lógica del malestar y en su camino perdemos todos.
Manifestarse es un derecho ciudadano consagrado en la Constitución como también lo es la garantía del libre tránsito para todos. Las libertades no son absolutas. Terminan donde empiezan las libertades de los otros. Por lo tanto puedo hacer una manifestación en contra de algunos pero no puedo ir en contra de todos. Los fleteros debieran cerrar los acceso a los silos y no las rutas pero lo hacen de esa manera porque creen que con eso ganan los favores de la gente cuando en realidad los pierden. Llenar de camiones de gran envergadura en varios puntos del hogar gritando, amenazando o haciendo sonar vuvuzelas o tambores se puede hacer pero no ir en contra de quienes no simpatizan con su causa y requieren hacer llegar sus cargas a los centros de producción o a los mercados.
Es por eso importante tener en cuenta a quién y cómo manifestarnos para obtener lo que buscamos, respetando siempre. Los códigos del juego ciudadano/gobierno preestablecidos en la Constitución y leyes aprobadas por todos para coexistir un un espacio de libertades compartidas. Si esto no entendemos, el futuro se presenta negro y ahi perdemos todo. El festival de marchas que se viene pone en riesgo incluso la continuidad del gobierno y genera un malestar en todos los sectores. Solo una chispa puede encender un fuego de inconmensurables consecuencias